¿Cuidado con los perros?

14/01/2015
 Actualizado a 03/09/2019
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Ya sé que la cara impone pero nada más. Es muy viejo aquello de que las apariencias engañan. Dice el proverbio rural que «no hay perros peligrosos, lo que hay son amos con mucho peligro».

Es real la leyenda de la fidelidad del perro como es real que se juega con el temor que mucha gente le tiene a perros que ponen mala cara, ladran ronco o imponen con su presencia, como le ocurre al mastín, el bicho más grande y más noble que camina por nuestras vidas.

Hay una anécdota que lo ilustra y evita más explicaciones. Es de Robles, el último y único vecino durante muchos años de Tabanedo. En la entrada de su corral —«que los veraneantes llaman jardín», decía él con una sorna que no podía con ella—colocó un gran cartel que decía:«Cuidado con los perros».

En el corral estaban eternamente tumbados al sol tres viejos mastines, ya cansados de correr detrás de los lobos y que disfrutaban de su más que bien ganada jubilación. Entrabas y no levantaban la cabeza ni para mirar, si iban niños acababan sentados encima de ellos sin que hicieran ni amago de mosquearse. Al marchar y pasar ante el cartel le preguntabas: «No será verdad lo de cuidado, no atacan ni a los gatos».

- Es cierto, los mastines no es que no muerdan, es que ni insultan; pero la gente le tiene pánico al cartel.

La verdad es que siempre le tenemos miedo al cartel
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