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Cuidado con los cisnes negros

21/01/2020
 Actualizado a 21/01/2020
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La semana pasada pudimos conversar en el palacio del Conde Luna con Francisco Fonseca Morilla, director de la representación de la Comisión Europa en España que se acercó a León invitado por el Círculo Empresarial Leonés. Después de recordarnos los seis retos a los que se enfrenta Europa en los próximos años, de los que hablaré en otro artículo, uno de los participantes le preguntó cómo era posible que haya sucedido el Brexit. El ponente comenzó su explicación diciendo que no era una cuestión muy entendible. Y esta frase me llevó a los cisnes negros.

La teoría del Cisne negro fue elaborada por el economista Nassim Nicholas Taleb, en un intento de explicar la crisis financiera de 2008, en su libro ‘Cisne Negro’. Desarrolla la idea de que existen acontecimiento que son completamente inesperados y que debido a esa sorpresa, causan mucho impacto. Nos tenemos que encontrar con un hecho inesperado, es decir, que no haya evidencia de que va a suceder; que tenga un impacto extremo, con consecuencias de amplia relevancia y que una vez que se haya dado, se encuentren evidencias de que se podía haber evitado, lo que llama «predictibilidad retrospectiva». Y esta teoría usa este nombre porque hasta el siglo XVII, con la llegada de los europeos a Australia, se pensaba que todos los cisnes eran blancos. En su libro pone como ejemplos de cisnes negros internet, la computadora personal, la primera guerra mundial o el ataque terrorista del 11 de septiembre. La tesis de este gestor de fondos es que se puede aprovechar para obtener altas rentabilidades: lo único que habría que hacer es invertir a favor de que se produzcan estos acontecimientos.

A mí me parece imposible para un inversor particular beneficiarse en este sentido. Pero nos puede servir para valorar el «círculo de influencia» y olvidarnos un poco del «círculo de preocupación» en nuestras inversiones. Es decir, prioricemos las cuestiones que dependen de nosotros como puede ser nuestra capacidad de riesgo, nuestra capacidad de ahorro o gasto o qué objetivos nos proponemos y no demos tanta importancia a factores externos como son el Brexit o si vuelve a salir elegido Trump este año. Porque aunque en un porcentaje muy alto podamos prever lo que va a ocurrir, si disponemos de información cierta y objetiva, existen ‘Cisnes negros’ que pueden dar al traste con nuestras más profundas convicciones.
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