Cuando se agranda la familia, una línea de crédito puede ser la seguridad que necesitas

L.N.C.
22/09/2021
 Actualizado a 22/09/2021
Tras unos tiempos difíciles marcados por la crisis económica y la emergencia sanitaria, la llegada de un hijo puede ser una luz de esperanza para un futuro prometedor. Un bebé cambia completamente las prioridades de una familia y, al mismo tiempo, llena de nuevas energías a muchos hogares que habían visto frustrados sus planes de vida por los duros meses de la pandemia.

No obstante, una vez que se disipa la inconmensurable felicidad de la noticia llega el momento de ponerse manos a la obra y planificar las compras para recibir al nuevo integrante de la mejor manera posible con todo lo que necesita para vivir cómodamente y ser feliz.

Una gran alegría que se acompaña de grandes costes


Nada puede reemplazar la emoción y felicidad de la llegada de un nuevo bebé a la familia. Sin embargo, quienes ya sean padres conocerán perfectamente que, tanto antes como después del parto, los gastos pueden ser muchos y salirse del presupuesto. No solo se debe tener en cuenta el coste de la cuna, el carrito de bebé y juguetes varios, sino también otros costes inesperados que podrían surgir en el futuro inmediato.

Además, tras finalizar el permiso laboral de los padres, el pago de guarderías y niñeras, el precio de los alimentos y otros gastos adicionales pueden representar un golpe importante para la economía familiar. De acuerdo con algunos estudios especializados, criar a un hijo en España puede representar un gasto adicional mensual de unos 500 euros, y esta factura continúa creciendo gradualmente junto con el niño y sus necesidades.

En este sentido, contar con ahorros suficientes para afrontar el periodo más crítico, los meses previos y posteriores al nacimiento, es la forma más inteligente de lidiar con el nuevo miembro de la familia. Sin embargo, no todas las familias están en condiciones de asumir con sus propios recursos los eventuales gastos extraordinarios que podrían aparecer. Por ello, optar por un medio de financiación externo puede ser una alternativa.

Los préstamos personales son el mecanismo al que las familias recurren con mayor frecuencia para afrontar un aumento en sus gastos. No obstante, cuando lo que realmente se necesita es un colchón de dinero adicional como respaldo a los ahorros, las líneas de crédito inmediatas son una alternativa que está ganando popularidad recientemente.

¿Qué es una línea de crédito inmediata?


Una línea de crédito inmediata funciona en un modo similar a la financiación que aporta una tarjeta de crédito. Consiste en un importe de dinero que la entidad financiera autoriza al cliente, lo que le permite a este último recurrir a parte o todo ese dinero en caso de necesidad. El solicitante no está obligado a disponer de ese préstamo ni a usarlo completamente y paga únicamente por la proporción del saldo empleado.
Por este motivo, la línea de crédito es un instrumento flexible. Su principal ventaja es la disponibilidad en el acto para quien requiera hacer frente a un gasto extraordinario que, cuando se trata de criar a un bebé, puede surgir en cualquier momento. Asimismo, el coste financiero pactado al completar la solicitud online de esta herramienta solo entra en juego si se hace uso del dinero, siempre que no se indique lo contrario.

Los préstamos personales tradicionales implican un compromiso de devolución con intereses desde el instante en que se recibe el depósito de dinero en la cuenta personal, lo que los hace más apropiados para cubrir un pago fuera de las posibilidades de nuestras finanzas personales. Una línea de crédito puede ser, simplemente, una forma de complementar ahorros propios con un respaldo externo, que podría no ser utilizado.

Como aspectos negativos de este instrumento, el acceso inmediato al crédito puede llevar a algunos usuarios a tomar decisiones sin considerar seriamente las implicancias de sus gastos. La tasa de interés de una línea de crédito puede ser elevada, por lo que el peso del endeudamiento crece junto con el dinero que se utiliza. En el medio plazo, usar la totalidad del importe del crédito para gastos innecesarios puede poner nuestras finanzas personales en serias dificultades.
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