Corro Ribera contra Montaña: 'Otro gallo al mismo corral: la Montaña'

Contundente victoria de los montañeses, a los que aún les quedaban siete luchadores cuando se acabaron los de la Ribera

Fulgencio Fernández
19/11/2017
 Actualizado a 13/09/2019
Los ganadores, el equipo de la montaña. | MAURICIO PEÑA
Los ganadores, el equipo de la montaña. | MAURICIO PEÑA
Ribera contra Montaña. Es otra historia. Da gusto.

Da gusto estar en la presentación y comprobar que no cesan los aplausos mientras se leen los nombres de todos los participantes, y son setenta.

Da gusto ver que hay dos equipos reunidos en torno a un entrenador y no una banda desperdigada. Da gusto ver a una luchadora de Senra, que ya lo dejó hace años,que aparece con su camiseta de la Montaña y dice que va a dormir con ella puesta.

Da gusto ver las caras de los niños que se saben importantes un día, ante un graderío lleno, sabiendo que su caída vale exactamente igual que las de Ibán, Moisés, Tomasuco o Caberín.

Da gusto ver que un niño, Carlos Mondelo, se lesiona, parece marearse con la médico, su entrenador (Likete) le pide que lo deje y él no quiere. Sale y cinco segundos después quiere regresar. Sale al centro. Insiste. Ya no puede y se va llorando de desesperación, de raza, de espíritu de equipo. De Ribera... contra Montaña.

Este corro es otra historia, al caer Ibán su rival lo levantó para que «todos» le dijeran «adiós y gracias» Da gusto ver la rabia conla que Bea Riaño cae ante Jorge Iglesias, que es la misma con la que la Niña Justel lo hace frente a Florián Yugueros, después de un saque a vueltas eterno, como los que le valieron a Julio el apodo de Helicóptero.

Da gusto ver que la grada protesta, saber que existe, que hay ambientillo.

Da gusto. Es otra historia. Era el eternoRibera contra Montaña.

Y en medio el corro. Como siempre ha ocurrido en esta cita la historia se fue escribiendo a base de pequeñas gestas individuales. Llevó una sonrisa a la grada el pequeño Rodrigo del Blanco cuando asustado tuvo que decir aquello de «¿Hay quién luche o me calzo?». No se calzó, había empezado la batalla.

Y las gestas no tardaron en llegar. Primero fue el ribereño Jorge Iglesias el que sembró ilusión entre los suyos tirando a 4 rivales, pero pronto llegó el nombre de la tarde, por la Montaña, Florian Yugueros. Ocho rivales cayeron ante quien también es Campeón Provincial de bolos.

Se iba la Montaña pero estaba Adri, aún juvenil, para restar diferencia. Y lo hizo, tiró a Florián y tres más pero apareció otro nombre para escribir en esta tarde: Pedro Alvarado, de Cistierna, como Florián. Ganó a Adri, al juvenil que quedaba y a tres de ligeros senior...

Se acercaba un gran momento de la tarde. Pedro Alvarado en el centro. Sale para hacer su último servicio a la lucha y a la Montaña antes de retirarse Ibán El Guerrerín.Si hay un combate que defina el Ribera contra Montaña es ése, el Ibán-Pedro: hubo de todo, medias, sueltas, caídas al límite, deportividad no reñida con la tensión, consejos desde el banquillo, Pedro que pide tranquilidad, Ibán que la tiene y el viejo zorro de Barrillos se lleva elgato al agua... Tira a Teje y sale Filín. Ibán nota la paliza y cae... Adiós para él.
Pero este corro es diferente. No te vas a ir por la puerta de atrás en una tarde así. Filín, un excelente deportista, le espera para levantarlo, para que todos le pudieran decir a Ibán Sánchez ‘El Guerrerín’ de Barrillos, «adiós y gracias».

Moisés rozó la gesta de ser último en el corro, y se lo dejó muy ‘maduro’ a quien sí lo logró: Cristian  Mientras tanto la Montaña se distancia. Y Busi los aleja más al derrotara dos de medios (Arce entre ellos) y dos de semipesados, para caer con Likete. La Montaña está en ligeros, la Ribera en semipesados. El gallo olía a corral de montaña. Por un momento parecía que calentaba Felipe León, sólo había ido a dar consejos.

Al centro los dos seleccionadores, Likete y Víctor Llamazares. Fulminante el de la Montaña. Medio segundo duró el combate, es de esas caídas que un luchador, Víctor esta vez,lleva en la cabeza y la hace sin dudar... Sansón es una de las últimas balas de la Ribera para reengancharse a los sueños. Tira a Llamazares, a Rubo y sale Moisés, ya ‘sólo’ lleva 3 de ventaja la Montaña..Cuatro, pues Moisés tira a Sansón en segundos.

A la Ribera le quedan los de pesados. A la Montaña los de semipesados y pesados. Cuatro frente a8
.
Y Moisés tira a Á. Quiñones.(3 a 8).

Y Moisés tira a El Tigre. (2 a 8).

Y Moisés tira a Víctor Javier Hernández (1 a 8). El pabellón se pone en pie. Corean «Moisés, Moisés!!!».

A la Ribera sólo le quedaCaberín.

Tiempo muerto para que descanse Moisés. «Sí, sí, sí... El Gallo ya está aquí!!!» grita ahora la grada.

Moisés-Cabero. La hora de la verdad. «¡Viva la Montaña!» corea la grada. Otro tiempo muerto, ahora para Cabero. La Ribera no quiere que sea Moisés el último de la Montaña, sería muy duro. Y lo consiguen, Cabero lo tira después de un largo combate. La grada despide a Moisés como si hubiera ganado el corro.

Sale Cristian, el de Boñar, el nieto de Hilarino el de Grandoso que sueña que esa gloria de ganar un corro que se le resiste al chaval se la cambie el destino por ser el último del Ribera contra Montaña.

El final se está haciendo muy largo. La Ribera no ha decidido morir matando y espera. Pablo el de La Vecilla ironiza: «Morín, mira a verno se hayan quedado dormidos». La grada, es cierto, se enfría y hace frío, pero aguantan a ver si llega el final esperado...

Son las nueve menos veinte y el final esperado llega. La lucha le paga a Cristiancon la gloria de ser el último, en el día más importante: El Ribera contra Montaña. Honorino ve pagados tantos kilómetros a los corros.

Las fotos. Camisetas verdes de la Montaña. Abrazos. (13-11).

Fin de temporada. La canción esperada, «¡Viva la Montaña!». Punto final, me voy. A la montaña, claro.

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