Corro de Sahechores: 'Cabero se sube al carrusel loco, Liquete al no ganar ganando '

Caberín de Valdearcos, nuevo ganador en esta Liga, pero el gran beneficiado vuelve a ser Liquete que ya tiene el título en el bolso

Fulgencio Fernández
16/09/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Quiere Sahechores ser la Catedral de la Ribera, no están lejanos los tiempos en los que colgaban en los corros la pancarta que así lo reivindicaba. Y la verdad es que hacen méritos para ello, aunque el suelo se les resista. Estas cosas, los corros importantes, se notan, en la grada y entre los luchadores, sobre todo, en las ganas de los luchadores, que acuden a estos sitios con el corro dibujado en la cabeza, con las mañas soñadas… aunque es la realidad la que luego escribe el destino.

Los aficionados llevan un tiempo centrando sus miradas en pesados, ¿quién lo iba a decir? La temporada ha sido extraña, empezó el año siendo «la cenicienta» y lo acaba siendo el único peso con incertidumbre en la clasificación y, lo que es mejor, con incertidumbre en quién va a ganar los corros, lo que suple que non sea el peso en el que vemos los mejores combates.

Empezaron dominando Roberto, Liquete, el nuevo Chus... en agosto apareció como un ciclón Cristian y en los últimos corros se ha convertido en un carrusel loco... Goyo el de Villamuñío tiró dos veces a Cristian y le cortó las alas para caer después, ayer ante El Tigre. Chus El Nuevo Quiñones —gracias a su hijo Hugo— le tomó la medida a Liquete, Víctor J. hizo valer su peso y potenciapara sumar otro corro, Bulnes no quería dejar pasar el año sin dedicarle un corro a su niña Lucía...

Y llegó Sahechores, ¿qué iba a ocurrir? Estaban todos, incluso Caberín, que solventado el matrimonio y el futuro aprobando las oposiciones quería hacer triplete sumando un nuevo corro. No fue posible en La Virgen del Camino pero pronto se vio que este domingo sí podía ser el día cuando le robó a Cristian el que seguramente era el último tren con destino a la Liga cuando le dio unja entera en el ‘minuto de oro’ que más bien parecía «la liga de oro».... para Omar Liquete, El Tanque del Ferral, que sonreía al biés desde la distancia.

Solventó muy bien la semifinal ante Víctor J., dejando claro que no se tienen 10 ligas en el palmarés por nada. Y en la final le esperaba Liquete, que ayer sí supo cómo entrarle al Jesús El Nuevo Quiñones.

Era la final de la felicidad. Abel estaba donde quería estar en su verano perfecto, Omar estaba a las puertas de su soñada primera Liga ¿Qué ocurrió? Que Caberín no le dio ninguna oportunidad y el de Valdearcos fue el último en subirse a ese carrusel loco que viene siendo la categoría de pesados... Y Liquete hacía cuentas:«Con entrar en semifinales en uno de los tres corros que quedan ya soy campeón». O lo que es lo mismo, Omar se sube a ese otro carrusel, el de no ganar ganando.

Por cierto, Caberín, ¡cómo no!, apuntó al cielo, allí está quien todo el mundo de la lucha sabe.

La ‘Catedral de la Ribera’ escuchó el villancico de los tres campeones inapelables


Este corro aspirante a ser ‘La Catedral de la Montaña’ (su rival, la Sobarriba, ya se sabe que es la montaña de la ribera) cuenta con el beneficio de que a los campeonesles gusta dar el callo aquí y así ayer vencieron «cuatro obispos» y, sobre todo, en las tres primeras categorías no dieron ninguna opción los ya campeones, los que se recitan de memoria: Víctor, Moisés y Tomasuco.

Da igual en un orden que en otro. Es como el viejo villancico de San Juan de la Cruz —perdón por la cita pero hablando de Catedrales— que tiene una curiosa particularidad, se puede cantar «al derechas y al revés»: «Del Verbo Divino, / la Virgen preñada, / viene camino, / si le dais posada», dice la copla; y al revés también vale: «Si le dais posada / viene de camino / la Virgen preñada / del Verbo Divino». Es decir, que también se podría citar a Tomasuco, Moisés y Víctor.
Viene bien empezar por el final. Mientras escribo llega Julián, del pueblo y afincado lejos, y empieza a preguntar. Es bueno escuchar a esta gente porque lo ven desde afuera.

- ¿Qué no te gustó?
- Me parece bien que haya emoción en pesados, pero tienen que atacar más, eso de llegar empatados o no dar las dos caídas ayuda poco.
- ¿Qué te gustó?
- Ése que tiene un hermanan que también lucha y que marchó como el tío los mixtos nada más acabar.

El que tiene un hermano es Tomás González, Tomasuco de La Vecilla, que este domingo parecía especialmente motivado y según pitaban Llamas y Moro se iba a por los rivales como si le debieran dinero. Y ese Tomás, que ahora se contiene más, encandila a los aficionados. Cómo para no hacerlo. Fue vibrante su combate con Rubo que, dicho sea de paso, es el mejor rival para alguien como él pues propone una batalla abierta y ahí el nieto de Uco es un lince. Esperaban ver los aficionados qué ocurría con ese chaval fuerte y valiente, de planta de luchador bueno, Pedro Alvarado. Y el chaval no regateó la batalla pero ver cómo le volvió Tomás una caída que parecía llevar él le aclaró el resultado final, que se produjo. Y Tomás salió corriendo, se explicaron las prisas, que el trabajo no sabe de campeones. O tal vez sí.

Corros que invitan a mirar más allá de los vencedores


El deporte tiene esa cruz, que las miradas priman al que gana. Por eso en lucha, cuando llegan estos corros en los que ya se conocen los campeones permiten mirar más allá de ellos y, al margen de que nuevamente Víctor y Moisés dominaron, los aficionados agradecieron ese sobaquillo que Adri Rodríguez le dio a La Roca en la final, pues nada más ver cómo se agarró Moisés ya se sabía que la caída no iba a salir gratis. Y no le salió, aunque también se llevó el premio a la mejor caída.

Como se sabe que cuando se agarra Lixer hay tensión, y todos le dicen a Santi que porqué no lucha más días y él sólo sonríe al biés.

Y los más metidos en harina ven cómo va creciendo José Luis García, el hermano de las gemelas de Puente Almuhey, que, por una vez, él es hermano de Edi y Paula y no al revés. Aunque lleva camino de «tener vida propia», por más que este domingo también se tropezó en su camino con La Roca de Cistierna.

Por cierto, este domingo entre los cuatro primeros de medios se cumplió con la premisa de los últimos corros y de los cuatro primeros clasificados tres eran de... La Fabricona de Cistierna, aunque Héctor de Castro siguiera el corro desde lejos, como si no fuera con él haber levantado esa industria.

Y en ligeros regresó Javi Oblanca de tornaboda en Omaña y volvió a estar entre los mejores, aunque se le atragantó el jovencísimo Fierro II, del que tanto se espera y al que tal vez perjudique la sombra de Rubo en forma de prisas. Y siempre «hace cosas» Víctor Oblanca, ayer tiró a Filín; y El Halconero; y Teje además de luchar mantiene las tradiciones de los mozos de Tejerina, que no es poco... Y Florián vuelve a quedar campeón de España... de bolos.

Siempre pasan cosas en Sahechores, y si las rematas con un helado de L’Oasis, los mejores del mundo conocido, ya casi ni te cuento.
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