Tengo interés por escuchar las conferencias; acudo a las que puedo y de las que me entero; todas son interesantes, unas más que otras, pero siempre se aprende algo.
Yo haría las siguientes sugerencias:
a) Que sean a unas horas asequibles a todos; a las ocho de la noche me parece demasiado tarde.
b) Que los locales sean accesibles a todo tipo de personas tanto discapacitados como los que por edad están limitados.
c) Que los locales tengan capacidad para las personas que se espera asistan; he estado en una donde había asientos para ochenta personas y la asistencia era mucho mayor.
d) Que tengan megafonía.
e) Que comiencen con puntualidad; el respeto se tenga para los que asisten puntuales, no para los que llegan con cinco, diez y hasta quince minutos de retraso. Recuerdo un conferenciante que empezaba diciendo que le gustaría que él fuera el último que entraba en el local; que nadie le interrumpiera.
f) Que el conferenciante atienda a la prensa antes o después de su conferencia, no que tengan esperando a los asistentes.
g) Que las preguntas, no sean segundas conferencias por algún asistente que se explaya en sus consideraciones sobre el tema. Si se dice preguntas, que sea sólo eso: preguntas concretas; y que el conferenciante tampoco se explaye en sus contestaciones; daría lugar a más preguntas.
h) Que se anuncien con tiempo en los medios de comunicación.
He asistido a quince locales por lo menos; no todos reunían estas exigencias. ¿No podría haber un local, un ‘conferenciódromo’ que reúna estas características y se den todas allí?
Así y todo, acudiré a todas las que pueda.
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