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Con responsabilidad

20/07/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Italia anunció hace unos días la prohibición de la publicidad de las casas de apuestas deportivas por internet, que en los últimos años han proliferado más que las setas. Bastante más, viendo las últimas campañas de setas, donde como dice el viejo chiste malo, era más fácil encontrar un Rolex que un boletus en un paseo por cualquier bosque de la provincia.

Hace ya tiempo que me llamaba la atención la publicidad de plataformas de apuestas en España. A cualquier hora en la tele, en la camiseta de un equipo de fútbol, en los programas de radio más escuchados… todo el mundo animando a apostar fácil, incluso con bonos gratis, a cualquier resultado deportivo, a cualquier combinación peregrina de circunstancias competitivas… cualquiera puede apostar a cualquier cosa. Sencillísimo, desde el móvil, con tan sólo unos clics. Un juego supuestamente para mayores de 18 años pero al que con un truco de niños puede acceder cualquier menor, como hacen los chavales para conseguir cervezas o lo que se precie en un bar o una tienda.

Los riesgos de engancharse a las apuestas están escritos por algún lado, en letra muy pequeña. Hablan de apostar con responsabilidad. Mientras, estrellas del deporte o referentes del periodismo deportivo son imagen de estas casas de apuestas con pasmosa normalidad y una tolerancia social generalizada.

Estos días, Proyecto Hombre volvió a alertar de los problemas derivados del uso inadecuado, abuso o adicción a las nuevas tecnologías. Además de ese uso compulsivo, repetitivo y prolongado de los teléfonos móviles o Internet cuyo impacto comparan con el que en su día provocó la heroína, y quedaría para muchas líneas más, las apuestas deportivas accesibles son otro de esos riesgos que pueden llevar a los jóvenes a problemas de sobregastos, deudas y hasta de ruina, según han podido constatar muchos expertos que se han encontrado ya con casos problemáticos a cuento de las deudas contraídas por las apuestas.

Pero ahí sigue la cosa tan normal. Alguna de estas casas de apuestas ha colocado en esta provincia un local físico a escasos metros de un instituto, por si no tuvieran bastante con lo de Internet. Apostar con responsabilidad debe ser responsabilidad no se sabe de quién. Quizá de unos chavales con hormonas revolucionadas y cabezas a pájaros.

La verdad es que en las cosas del gobernar, no es que Italia sea una referencia en la que fijarse muy a menudo, pero esta vez igual hay que mirar un poco hacia aquel lado.
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