Uno de los aspectos más importantes para ahorrar en la factura es el aislamiento. Evitar las corrientes y logar una temperatura adecuada no requiere de sofisticada tecnología. Con una vela, mechero o cerilla se puede ver por donde entra el aire en una ventana o una puerta. Por donde entre el aire hay que colocar un nuevo burlete, retirando el viejo si fuera necesario. Comprobarás con la misma vela u otra cerilla que has conseguido un aislamiento.
Para ahorrar en la calefacción, por la noche interesa tenerla a no más de 18 grados, más que suficiente para descansar bien, y durante el día, que no pase de 21 grados. Habrá gente que diga eso es muy frío, pero hay que ponerse un chaquetina.
Y para ahorrar en el calentamiento del agua caliente, Arturo Puerta, técnico de Isadora Duncan, nos da la pauta. "Los suyo es que ya en el calentador regulemos la llama para que salga a una temperatura adecuada", explica.
En la cocina
La cocina es otro de los lugares donde podemos perder mucho dinero. Por ejemplo, ir a la nevera abrirla y estar mirando un buen rato qué vamos a consumir hace que pierda enfriamiento y tenga que trabajar. Y cuando se termina de cocinar, no se pueden guardar en la nevera los alimentos calientes, tienes que esperar que baje a temperatura ambiente. De esa forma al meterlo en la nevera no harás que trabaje más. Pero hay más trucos. En el momento en que congelas un producto y los vas consumir lo normal es dejarlo en la encimera o meterlo en el horno para que descongele. Así no está bien, porque estás gastando energía y dejarlo que se descongele solo en la encimera favorece el crecimiento de las bacterias y no es sano. Lo mejor es meterlo en la parte de la nevera. Estás metiendo un producto más frío que aumenta la temperatura de la nevera y hace que trabaje menos.
Electrodomésticos vampiro
Mucho ojo hay que tener con un peligro que acecha en cada enchufe. Son los electrodomésticos vampiros, los que consumen aunque no los estemos utilizando. El ordenador, la televisión, los cargadores… todos. Lo mejor que se puede hacer es tener una regleta con un interruptor y cuando no los vayas a utilizar haces 'clak', ya no consumen.
Respetando las sencillas pautas de estos cinco puntos se puede ahorrar hasta un 20% en la factura energética. Algo que nos beneficia a todos. "Sobre todo que empiezan a tomar consciencia de que derrochar no es bueno y que por ahí se pierde mucho dinero, mucho, mucho dinero", explica Arturo Puerta.
Por otra parte, durante las dos jornadas del taller, la técnico de la Omic, Belén Pérez, también explicó a los participantes los rudimentos necesarios para comprender la factura de la luz. En este sentido, la técnico apunta que los más importante es conocer cuál es la potencia que se tiene contratada y si se ajusta a las necesidades que requiere el hogar.