Caza e incendios forestales, principales amenazas para el oso pardo en el Bierzo

Aunque las heridas del ejemplar rescatado en Palacios, que no se recuperó y murió este sábado, fueron causadas por otro oso, la mano del hombre sigue detrás de la mayoría de incidentes

A. Cardenal
12/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Ejemplar de oso pardo avistado en el Bierzo. | L.N.C.
Ejemplar de oso pardo avistado en el Bierzo. | L.N.C.
El oso pardo sigue siendo uno de los emblemas del Alto Sil. Si bien su presencia en los últimos años, como en todo el país, se ha reducido drásticamente en el Bierzo, se han  multiplicado los esfuerzos para su conservación.

Administraciones y colectivos ecologistas han extremado las medidas para la protección del oso pardo, una concienciación que se ha trasladado a toda la sociedad y que provoca que episodios como el que tuvo lugar esta semana en Palacios del Sil, donde un ejemplar herido fue rescatado cuando se encontraba medio sumergido en un arroyo  con riesgo de  hipotermia, son capaces de conmocionar a toda la comarca.

Si bien las primeras hipótesis apuntan a que una pelea con otro oso sería la causa de las graves heridas de las que finalmente el animal, que murió este sábado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria al que fue trasladado tras el rescate, no pudo recuperarse, la mano del hombre sigue detrás de la inmensa mayoría de incidentes con osos en la comarca.

La caza y los incendios forestales, que reducen el hábitat natural y obligan a los ejemplares a buscar alimento y refugio en zonas que no se adaptan a sus características, amenazan la supervivencia de la especie en la comarca.

Fue el caso del incendio del pasado mes de marzo en una zona de urogallos y osos de Palacios del Sil, fuego que devastó laderas en las que se habían avistado ejemplares.

En el caso de la caza, si bien se trata de una especie protegida, la utilización de trampas o técnicas agresivas para capturar otros animales ya ha causado muertes.

El pasado mes de diciembre, en la localidad de Tejedo del Sil, personal de la Fundación Oso Pardo localizó los restos del esqueleto de un ejemplar de oso pardo cantábrico que fue víctima de una trampa ilegal formada por un cable de acero y en Peranzanes, en el año 2016, fue hallada muerta una osa adulta en un lazo, casos que según recuerdan desde la propia fundación, atentan contra los «esfuerzos de conservación y de concienciación para la aceptación del oso pardo como un elemento fundamental y muy positivo en España».

El primer caso de atropello


El municipio berciano de Trabadelo registró en el año 2008 el primer caso confirmado en España de un oso muerto por el atropello de un coche.

El incidente tuvo lugar en el kilómetro 417 de la autovía A-6, cuando un ejemplar joven fue arrollado por un vehículo.
Según la investigación que se llevó a cabo, el animal procedía del núcleo osero del Alto Sil pero se adentró en la zona cuando exploraba el territorio.
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