Carmona Arana: "Es un ataque a su dignidad"

Fernando Javier Carmona Arana, compositor e instrumentista especializado en Música Antigua, director de Anónimo IV, ensemble de música Renacentista y Medieval, además de investigador, muestra su voluntad de «terciar» en la polémica suscitada con el nombramiento de Francisco Javier Jiménez Martínez como nuevo organista de la Catedral de León, y la posterior carta de Samuel Rubio cuestionando esta elección.

- ¿Qué le lleva a querer opinar?
- Sobre todo el aspecto humano y el musical, me parece que han arremetido contra la dignidad de una persona sin ningún reparo.

- ¿Ha dicho y musical?
- Por supuesto. Samuel Rubio Álvarez, no se te olvide el segundo apellido, le llama no idóneo sin haberlo escuchado nunca; no puedo entender por qué lo hace.

- Usted sí le habrá escuchado, ¿es su amigo?
- No precisamente amigo. Nos conocemos, trabajamos en el mismo mundillo y hemos coincidido. Claro que le he escuchado tocar y hasta he ensayado con él, estoy seguro de que está absolutamente capacitado para acceder al cargo de organista; y no lo pienso solamente yo, también ha salido a defender a de Francisco Javierel profesor Carlos Paterson.

- Se ha hablado de su discapacidad, su morfología asimétrica.
- Me parece indignante. Esa presunta discapacidad no existe, nunca la descubrirás escuchándole tocar el órgano, que por cierto también se toca con los pies, aunque es cierto que le faltan dedos en una mano.

- ¿Tiene que arreglar las partituras para interpretarlas?
- Tampoco, se ha dicho pero no es cierto; lo único que ha desarrollado es un método propio, pero interpreta la partitura íntegra, no le hace ningún arreglo y, por cierto, hay compositores que tienen las dos manos y hacen arreglos en las partituras sin que pase nadie.

- ¿Porqué insiste tanto en el Álvarez de Samuel Rubio?
- Porque Samuel Rubio Calzón fue muy grande, pero es ‘otro’.