Carmelitas declara la 'guerra' al espumillón

Más de 200 estudiantes del centro representaron este miércoles un belén viviente ‘moderno’ que tuvo a un mensajero de Amazon o café en el Starbucks, entre otros

C. Centeno
20/12/2018
 Actualizado a 13/09/2019
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«¿Qué es para vosotros la Navidad?» Con esa pregunta comenzó Cristina Álvarez a coordinar la función con la que cada año se despiden del primer trimestre los alumnos del Colegio Nuestra Señora del Carmen de León. La intención de esta profesora de Carmelitas era modernizar la típica escena de salón de actos que cada año se repite en los centros educativos y hacer partícipes a los estudiantes.

La representación tuvo lugar durante la tarde de este miércoles y los resultados fueron sorprendentes. Más de 200 estudiantes del centro de todas las edades y algunos profesores recrearon un belén viviente en el que las escenas tradicionales del nacimiento se mezclaron con otras más contemporáneas, fruto de las ideas de todos ellos. Por ejemplo, un cartero de Amazon era el encargado de anunciar la llegada de Jesús, San José iba vestido como los alumnos ven a un carpintero en la actualidad, con su mono de trabajo y un lápiz detrás de la oreja, y la Visitación de la Virgen a su prima Isabel embarazada tuvo lugar con un café de Starbucks de por medio.

En la función navideña de ayer, además de belén viviente, también hubo villancico. Eso sí, siguiendo con la línea moderna de la tarde medio centenar de alumnos cantaron y bailaron la ‘Chica Yeyé’ ataviados con trajes de la época, entre otras canciones. También fue importante la colaboración de los profesores y, «para hacer familia», los más ‘temidos’ por los alumnos les dieron una sorpresa con una pequeña obra de teatro... desde el castillo de Herodes.

«Es un ejemplo de trabajo cooperativo total», celebra la profesora, que ha coordinado todo el trabajo, pero «las ideas han sido suyas», asegura. Muchos de sus alumnos han querido declararle la ‘guerra’ al espumillón.

Todo con el máximo respeto, recordó Cristina Álvarez, porque «somos un cole religioso, pero la religión hay que acercarla a los chavales», explicó mientras ultimaba los detalles y decorados para la función, todo ello realizado por los alumnos. «La profesora de Religión ha dicho que habían aprendido muchísimo», defiende, ya que gracias a trabajar en estas escenas desde una perspectiva «contemporánea» han puesto más interés en ellas y se las han aprendido.
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