Cáritas observa un aumento de casos de pobreza "severa" en Astorga

Los representantes de este organismo explicaron este jueves que el "impacto de la pandemia aún no se puede saber", pero sí creen que las necesidades "son mayores"

P. Ferrero
07/08/2020
 Actualizado a 07/08/2020
Un momento de la presentación de la memoria de 2019, este jueves en Astorga. | P.F.
Un momento de la presentación de la memoria de 2019, este jueves en Astorga. | P.F.
Cáritas Diocesana de Astorga sigue denunciando el aumento de personas en riesgo de exclusión, asegurando que el año pasado, la gente que salió de la pobreza fue «mínima», y «cada vez está habiendo más personas que demandan ayudas para el alquiler, los alimentos o cualquier gasto al que no pueden hacer frente». Además, desde este organismo señalan que se están «agravando los casos de pobreza severa». Unas afirmaciones poco halagüeñas que no tienen en cuenta, todavía, el impacto que ha tenido la pandemia, ya que los datos proceden de la memoria del pasado 2019. Lo que sí tienen claro desde Cáritas es que «las necesidades cada vez son mayores», pero por el contrario, también son conscientes de la «tremenda» solidaridad que ha habido. Y es que, Cáritas no cerró durante la pandemia, las personas seguían, incluso más, necesitando ayuda, y en este punto ponen en valor las aportaciones que muchas personas han estado realizando a lo largo de estos meses, de forma anónima, con las que la organización ha podido seguir manteniendo sus servicios y programas. Así lo manifestaron ayer en Astorga el delegado de acción caritativa y social, Francisco Turrado, la directora de Cáritas, Inmaculada del Peso, y el administración de la entidad, José Antonio Hernández. Los tres insistieron en la necesidad de continuar con el desarrollo de los proyectos de Cáritas, «que van más allá del reparto de alimentos y ropa».

El organismo dependiente de la Iglesia también se encarga de contribuir a la sensibilización de la población, ante una «realidad injusta y desigual que se quiere ocultar como si no existiera», así como también a la denuncia profética contra las acciones que generan pobreza, y también realiza acciones curativas y de índole social. De hecho, Cáritas cuenta con un programa de acogida y atención inicial, que tiene como objetivo la formación y ayuda, en el caso de extranjeros principalmente con los papeles, para permitir que personas que no tienen acceso al mercado laboral puedan hacerlo y «tener autonomía, que eso es la dignidad de las personas, poder valerte por ti mismo», señaló Turrado, que hizo especial hincapié en la necesidad de «dignificar» la situación en las acciones caritativas, «porque hacer colas para recibir alimentos no es digno para nadie». Pero para ello necesitan ayuda. Los recursos de Cáritas son limitados, y aunque la fuente de ingresos del pasado 2019 ascendió a casi tres millones de euros, llegan a duras penas a la cifra de recursos invertidos. Por ejemplo, el centro social astorgano las Cinco Llagas, que atiende a casi medio centenar de personas con discapacidad física que se encuentran en situaciones de exclusión, es totalmente «deficitario».

Cáritas también trabaja en el programa Amanecer, dedicado a mujeres en extrema vulnerabilidad.

Por último, mencionar que la organización benéfica ha dado cobertura a 4.119 personas, cuenta con 96 agentes contratados y 140 voluntarios, una cifra que esperan pueda aumentar, «porque las necesidades son muchas». Por eso, desde Astorga apelan a la «corresponsabilidad y la participación, porque la realidad social desigual la generamos entre todos».
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