«¿Han pasado 20 años ya? No lo sabía, parece que ha sido mucho menos», señala el preparador sobre aquel título, que considera «fue algo inolvidable. Ser primerizo en algo siempre es una satisfacción y si encima es con tu club, con tu Ademar... fue algo extraordinario, un recuerdo para toda la vida y una de las mayores ilusiones de mi carrera».
¿Sus recuerdos de aquel torneo? Se centran «en que en el partido de ida llegamos a estar groguis con cinco o seis goles abajo, que Demovic fue uno de los artífices de la remontada, del ambiente tremendo en la vuelta en León y de que el equipo dio una gran medida y se impuso en ella con claridad».
Eso sí, entre las estampas que no se olvidan, están las de algunos que ya no están. «Tengo grabada la imagen de Pérez Canca yendo hacia el palco a recoger la Copa, pero también de la cara de felicidad de una persona tan querida como Juan Arias cuando íbamos hacia allí. Además, tengo la anécdota de que nuestro delegado José Ludena, que absolutamente nunca se metía en nada, hubo un momento en la ida que me dijo ‘cámbiale’ referido a un jugador. Me sorprendió, pero al siguiente ataque le fueron a dar un pase a ese integrante y el balón se le pasó entre las manos. Era evidente que había visto algo que a mí se me había pasado».