Cadena de favores para llenar platos y vasos en San Esteban

El trabajo de particulares y empresas liderados por el Ayuntamiento de León y la Subdelegación hace posible que los más necesitados de la ciudad puedan comer

S. Jorge
19/04/2020
 Actualizado a 19/04/2020
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Cuando el Ayuntamiento de León y la Subdelegación del Gobierno anunciaron que se ponía en marcha un centro de acogida para los más necesitados de la ciudad en el pabellón de San Esteban se materializó entonces una cadena de solidaridad que implica no solo a las administraciones públicas y sus trabajadores, sino también a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y a decenas de voluntarios de empresas pero también particulares para que las personas sin hogar tuvieran un lugar donde vivir, pero también donde comer, mientras dure el confinamiento.

No hay que olvidar que el estado de alarma obligó a cerrar instituciones como el Hogar del Transeúnte, por lo que se hizo imprescindible esta labor callada de muchos leoneses solidarios que merecen también cada día el aplauso de sus vecinos.
Hace prácticamente un mes desde que se abrió el pabellón a los más necesitados de la ciudad, justo el 19 de marzo, cuando el Ejército dispuso toda la infraestructura necesaria para que una media de 40 personas pueda dormir pero también desayunar, comer y cenar cada día en San Esteban. Así lo recuerda Jesús Notario, propietario de Divernodia Play y uno de los culpables de que estas personas sin hogar puedan sobrellevar estos días de la mejor forma posible.

Junto a los monitores que trabajan con él en su centro de ocio, cada día dan de comer a los nuevos residentes del pabellón, en una experiencia que ya cataloga como «muy enriquecedora» y por la que se intenta quitar méritos, por más que lleven un mes ayudando a estas personas junto a los trabajadores de Servicios Sociales o a los policías que cada día están allí, así como los militares, que ejercen también de sanitarios para atenderlos si tienen alguna enfermedad que controlar. Cruz Roja, el Banco de Alimentos, el Hogar del Transeúnte o Calor y Café son algunas de las instituciones que también colaboran en esta labor, a las que se añaden otras como Espacio León donando ropa y comida, la Confitería Fuensanta con el pan que cada día se sirve o la Asociación de Hostelería de León con las bebidas y la leche.

Pero otra de las piezas clave para entender que cada día se llenen los platos y los vasos en San Esteban es Javier Casas, propietario del restaurante Knives. Y es que es él el que prepara las comidas y las cenas en su propio local para que luego Jesús las recoja y las lleve al pabellón, donde son repartidas entre todos los que allí viven ahora. Porque su nueva jornada laboral es totalmente altruista y solidaria, puesto que con los productos que dona Banco de Alimentos, pero también con los que él aporta, elabora primeros y segundos platos donde no faltan pastas, verduras, legumbres, carnes y pescados para que tengan una buena alimentación y, por qué no, sana, variada y equilibrada, para así completar la cadena solidaria leonesa.
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