Cada agricultor leonés debe al banco por su actividad una media de 36.500 euros

Asaja reprocha "el papel de la banca en su financiación al campo", que supone "un cierto desconocimiento de la realidad del sector"

L.N.C.
10/04/2019
 Actualizado a 14/09/2019
Imagen de archivo. | ICAL
Imagen de archivo. | ICAL
El endeudamiento del sector agroganadero de la provincia de León alcanza una cifra de 248,1 millones de euros, según una estimación realizada por Asaja tomando datos de ámbito nacional publicados por el Banco de España, lo que supone que cada agricultor de la provincia debe al banco una media de 36.500 euros.

Según explicó la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores, este endeudamiento tiene como destino las inversiones en el sector, incluida la compra de tierras, así como el circulante que se requiere para afrontar los gastos de cada cosecha.

La información que recaba el Banco de España proviene de operaciones formalizadas con las entidades financieras, por lo tanto no tiene en cuenta la deuda que mantiene el sector con los proveedores, ya que “en el caso de la provincia de León es habitual que los intermediarios financien las compras de semillas, abonos y fitosanitarios, hasta la entrega de la cosecha”, una financiación que puede suponer 45 millones de euros y se alarga por un periodo medio de ocho meses.

Según los datos aportados por la Asociación, la deuda del sector agrario representa el 38,17 por ciento de todo lo que se factura, 650 millones de euros en la provincia de León, y el 33,1 por ciento si a lo que se factura se suman unos 100 millones de euros en subvenciones de la PAC.

Si la deuda se reparte entre los 6.800 agricultores profesionales de la provincia, “prescindiendo de una cantidad poco significativa que correspondería a los jubilados y agricultores a tiempo parcial”, cada agricultor tiene contraída una deuda, con las entidades financieras, vinculada a la actividad profesional que desarrolla, de 36.500 euros.

Las principales inversiones que está realizando son las que tienen que ver con la compra de tierras, modernización de regadíos, compra de tractores y maquinaria, y construcción de naves agroganaderas en un sector que “no está teniendo en estos momentos excesivas dificultades para financiarse y los tipos de interés son razonables”, por lo que “el mayor problema está en la escasa rentabilidad para afrontar las amortizaciones de los préstamos”.

Sin embargo, Asaja reprocha “el papel de la banca en su financiación al campo”, que supone “un cierto desconocimiento de la realidad del sector por parte de quienes toman las decisiones”, lo que lleva a fijar calendarios de pago “a veces poco realistas”. Las amortizaciones en el campo son a largo plazo, y “así deberían de ser los préstamos con los que se afrontan las inversiones, algo que con frecuencia no ocurre”.

Además, la Asociación apunta que los jóvenes siguen siendo los que mayores problemas encuentran para financiar sus proyectos y “en la mayoría de los casos requieren de las garantías que aporta el resto de la familia”. Por otro lado, en la provincia de León “es difícil la financiación agraria con garantía real”, ya que la mayoría de las tierras carecen de títulos de propiedad.
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