Cachazas, el recuerdo de unos pueblos sepultados por el agua

La primera novela escrita por Elidio Rodríguez sale a la luz con la mirada puesta en el pantano de Bárcena y la memoria de lo sumergido

M.I.
01/11/2019
 Actualizado a 01/11/2019
Portada el nuevo trabajo literario. | M.I.
Portada el nuevo trabajo literario. | M.I.
Por segunda vez de manera literaria, los ojos de Elidio Rodríguez se posan en los pueblos de Bárcena y Posada, sepultados bajo las aguas del pantano casi a las puertas de los años 60.

La verdad es que el fluir de las aguas no deja más que recordarle ese pasado, al que brinda culto desde la Asociación de Romeros del pantano de Bárcena que preside y que cada año protagoniza una procesión sobre bueyes para homenajear, con pétalos de flores sobre el agua, lo que hay bajo su manto superficial.

Tras un primer libro que realizó al lado de Cruz Vega, ‘Bajo las aguas del Sil’, ese con una marcada tilde histórica, Rodríguez recupera el rincón literario que le corresponde ahora con una novela. Aunque mezclada con algunas realidades, el texto es ficción y hace referencia a Cachazas, un personaje que adopta su nombre del apelativo rural «cachazudos» con el que se denomina a las personas tranquilas.

Cachazas tuvo que dejar Bárcena, su pueblo natal, en 1958, para dejar hacer sitio al pantano y se fue a vivir a un barrio de Fuentesnuevas, en Ponferrada. Pero la nostalgia le obliga a mirarse en las aguas para recordar. Y en esa mirada atrás, se encuentra con otro personaje gallego con el que entabla una amistad y da paso a las confidencias que relata el libro. Un texto para paladear que Rodríguez espera presentar el 21 de noviembreen el Centro Cívico de Fuentesnuevas a las 19:30 horas. Pero como previa a saborear la lectura de su primogénito en solitario, la Asociación de Romeros abrirá una exposición de fotografías antiguas de los pueblos de Bárcena y Posada en el mismo lugar.

Enamorado de la historia de esos dos pueblos y del presente y futuro del pantano, Rodríguez vuelve a incidir en la necesidad de empujar el encaje turístico de esa zona de ocio acuático. Se congratula el autor de algún proyecto en ciernes que parece dejarse escuchar para realizar ese aprovechamiento.

Pide que se mire en el espejo de Riaño «aunque ese es un embalse más grande, tiene un paseo muy atractivo y ha sabido sacar provecho de esas aguas». Bárcena no lo ha hecho aún, pero la Asociación de Romeros ha conseguido ir dando pasos poniendo en valor su pasado y potenciando el arreglo de la senda de los Romeros, un trazado de unos nueve kilómetros para el que Rodríguez Corral pide más cuidado y mantenimiento por parte del consistorio.
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