Cacereño 1 - Ponferradina 2: 'La Deportiva suda para seguir viva'

Un gol de Agus Medina en el minuto 87 le da el pase a la Ponferradina en Cáceres, donde sufrió más de lo esperado por su falta de acierto y un error grave del debutante Sergi Puig

J. A.
01/12/2021
 Actualizado a 02/12/2021
Paul Anton trata de aguantar un balón ante la presión de un jugador del Cacereño. | JAVIER VAZ
Paul Anton trata de aguantar un balón ante la presión de un jugador del Cacereño. | JAVIER VAZ
Que no hay apenas partidos fáciles en la Copa del Rey independientemente de la diferencia de categorías parece algo ya sabido desde que se instauró este nuevo formato a un único encuentro. Lo vivió en sus propias carnes la Sociedad Deportiva Ponferradina, que sudó para seguir en el torneo ante un equipo dos categorías inferior como el Cacereño más por los deméritos de los bercianos que por el mérito de los locales. Así, si bien dominó el conjunto blanquiazul, de rojo en Extremadura, la falta de ocasiones claras o de acierto en el remate y un error grave del portero debutante Sergi Puig le llevaron a dejar para los instantes finales un pase que llegó de las botas de los titulares, concretamente de Agus Medina.

Había dejado claro Bolo que la Copa iba a ser para que los suplentes se reivindicaran y es por eso que a nadie le pudo sorprender la revolución en el onceque presentó en Cáceres. Comenzando por la portería, hubo minutos para aquellos que menos han tenido durante la temporada o, como el caso de Amo, Cristian o Espiau, que en las últimas jornadas han sido menos protagonistas por diferentes circunstancias. Era la intención del técnico que los cambios no variasen la idea del juego y lo cierto es que desde el inicio se pudo ver a una Ponferradina protagonista haciendo valer la diferencia de categorías ante un Cacereño que, en su caso, apostó por un once mucho más reconocible dentro de la idea habitual de rotaciones que mantiene el técnico Julio Cobos.

Dominio que quería ser vertical en una intención que mostró la Deportiva desde la primera jugada, en la que Espiau mostró por primera vez su superioridad sobre la zaga local para llevarse de tacón un balón que obligó al portero Fran a aparecer hasta en dos ocasiones, primero tras el pase atrás del canario y después en el rechace. Una primera llamada de atención que lo cierto es que tardó en volver a repetirse. Dominadora absoluta, la Deportiva no terminaba de acertar en las decisiones del último tercio del campo ante un Cacereño muy replegado y pendiente de intentar agarrar cualquier contraataque que pudiera surgir.

La Deportiva dominó todo el encuentro, pero no tuvo excesivas oportunidades claras para no sufrirSin embargo, superado el cuarto de hora comenzó a encontrar el equipo berciano un filón jugando a la espalda de la defensa extremeña, muy blanda en los balones divididos. Con Espiau como referencia, sus carreras le permitían tanto tener la oportunidad de asistir, tal y como intentó con Zalazar en un primer intento que tampoco encontró el acierto en el remate de Cristian para aprovechar el rechace, o incluso de definir, en un mano a mano que mandó alto quizás demasiado escorado y ante la presión de Rubén Sánchez. Las diagonales y los centros laterales se convertían casi siempre en un peligro sobre el área cacereña, con la más clara para un Saúl Crespo muy incisivo en ataque y cuyo remate cruzado de volea tras un gran pase de Paul Anton a la espalda de Gayoso se marchaba por centímetros. Ni él, ni el propio Espiau o Zalazar alcanzaron a rematar con claridad alguno de los muchos centros que surgían también de las incorporaciones de los laterales y que incluso dejaron espacio para la polémica al pedir precisamente el extremo un agarrón en el área cuando intentaba ganar la posición con un zaguero.

Y es que en defensa apenas tuvo labor la Deportiva en la primera parte, únicamente con una cesión demasiado comprometida de Castellano a Puig que obligaba al debutante a salir de su área para despejar y a aparecer en la acción siguiente para enviar a córner un disparo lejano pero envenenado de Teto.

Dominio sin premio por tanto para la Ponferradina en la primera parte, con la sensación de que un gol dejaría prácticamente sin más historia el partido, pero sabiendo que el paso de los minutos beneficiaba a los locales en busca de la sorpresa. Y esto último fue exactamente lo que ocurrió.

Una ocasión de Zalazar en el inicio de la segunda mitad tras una buena acción de Saverio precedió unos minutos muy extraños para los bercianos, en los que el Cacereño se creyó que podía llevarse el partido y la eliminatoria. Una buena acción de Teto, que dejaba el balón para que Yael disparase desde la frontal y obligara a intervenir a Puig, parecía meter los nervios en los visitantes, que veían como Castellano realizaba otra mala cesión que a punto estaba de costar el gol de Kamal.

Medina, tras un enorme pase de Cristian, le dio el triunfo a los bercianos cuando se olía la prórrogaPero curiosamente ahí, en sus peor momento del partido, fue cuando logró adelantarse la Deportiva. Lo hizo a balón parado y por mediación de seguramente el jugador más bajo del equipo, Zalazar, que molestaba dentro del área pequeña al portero Fran y acababa viendo como el balón le llegaba a la cabeza para batir a bocajarro al guardameta.

El mejor alivio posible para las dudas que pudiera tener la Ponferradina, que parecía ya definitivamente controlar el partido con ese tanto. Nada más lejos de la realidad, porque no tardaría mucho el Cacereño en devolver la igualdad al marcador dejando claro que los nervios no se habían terminado de ir. Un mal despeje de Puig lo aprovechaba el recién ingresado en el césped Jorge Barba para superar al portero y a Amo con un cabezazo desde fuera del área. El Príncipe Felipe estallaba de alegría y volvía a creer en que era posible superar la eliminatoria.

Sin Enrich o Yuri, en casa descansando, no le quedaba otra a Bolo que quemar todas las naves que tenía en el banquillo. Naranjo y Agus Medina saltaron al césped para salvar la papeleta y ambos fueron protagonistas en la reacción berciana y el sufrido pase de ronda. Porque si Naranjo avisaba en primer lugar cabeceando un córner que salvaba con una excelente intervención Fran. Poco después, Agus Medina volvía a probar al guardameta en lo que sería un aviso previo al gol que cerraría el encuentro.

Y es que a pesar de restarle poco más de 5 minutos al partido, mantuvo la calma la Deportiva y encontró en Cristian la magia para destruir con un solo pase la fortaleza defensiva cacereña. El centrocampista picaba el balón por encima de la zaga sobre la incorporación de Agus y el catalán definía a la perfección en el mano a mano ante el portero.

Un gol que valía una ronda más en una Copa del Rey en la que la Deportiva seguirá buscando que los suplentes se reivindiquen. Celebrarán a buen seguro tener una nueva oportunidad, porque en Cáceres el conjunto berciano simplemente cumplió con lo esperado... demostrando que las dinámicas son difíciles de romper.
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