Cabreros ya tiene su Auto ‘nuevo’

José Luis Alonso y Consuelo Martínez llevan un recuperando los ‘Autos de Reyes’ de diversos pueblos de la provincia. Este año lo han hecho con Cabreros del Río, que hoy lo estrena

Fulgencio Fernández
04/01/2016
 Actualizado a 17/09/2019
Todo el grupo que representó el ‘Auto de Reyes’ en Cabreros en el año 1967
Todo el grupo que representó el ‘Auto de Reyes’ en Cabreros en el año 1967
El Auto de los Reyes Magos era significativo de cada localidad que lo amparaba. Cada pueblo tenía el suyo. No había otro igual y, por ello, los paisanos de cada lugar lo defendían con orgullo y pasión. Los investigadores leoneses José Luis Alonso y Consuelo Martínez iniciaron su particular serie de investigaciones sobre los Autos en la provincia con un estudio exhaustivo y detallado del de Quintana Raneros (2009) al que luego seguirían uno sobre el del Villacedré (2014) y finalmente otro más en torno al de Cabreros del Río, cuyo resultado ha quedado concretado en un libro que se presentará el día 4 de enero en el salón de actos del Centro Cívico de esta localidad leonesas (19 horas) y en el que intervendrán, junto con Alonso y Martínez, el alcalde de Cabreros, Matías Llorente; el sociólogo y autor teatral Héctor Alonso; la concejala de Cultura de Cabreros, Esther Provecho; Luis Miguel Melón, director de la puesta en escena de 1989 del Auto; y finalmente el catedrático de Música y editor de las partituras Nicolás Alonso Vidal.

El Auto de Reyes es una pieza de teatro popular que se ha repitiendo a lo largo de los siglos y que al parecer encuentra su origen en la Edad Media. "Digamos que Los Reyes (…) es como esos conglomerados geológicos de aluvión en los que materiales de distinta naturaleza se han mezclado arrastrados por una fuerza común y que, con el paso de los siglos, tienen el aspecto de formar una unidad. Es posible que en ese arrastre de nódulos teatrales, el núcleo originario haya quedado sepultado en un estrato ya poco relevante. Pues es casi seguro que el punto de partida haya que buscarlo en la Edad Media en una de esas representaciones litúrgicas o paralitúrgicas pertenecientes al ciclo de Epifanía que se celebraba dentro de la iglesia", escribía el catedrático de Literatura Pedro Blanco a propósito del embrión común de los Autos que se han repetido en los pueblos de la geografía leonesa a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI y muy probablemente en el XVIII.

Los Autos forman parte de una memoria común y disfrutan de un carácter emotivo y emocionante que los hace aún más atractivos Lo cierto es que, aunque con un tronco común, cada pueblo disfrutaba de un Auto que resultaba singular con respecto a los demás ypermitía ostentar con orgullo la coletilla de "Auto de Reyes Mago de...". Una de las mayores satisfacciones de José Luis Alonso y Consuelo Martínez es el contacto con la gente y el encuentro con sus recuerdos. Los Autos forman parte de una memoria común y disfrutan de un carácter emotivo y emocionante que los hace aún más atractivos. El análisis del de Cabreros les ha permitido conocer a sus gentes y disfrutar de muchos momentos fascinantes que compensan las muchas horas de esfuerzo y desvelo que han empleado en ordenar un libro que quedó articulado definitivamente en cuatro partes fundamentales: la literaria, la etnográfica, la musical y la crítica.

En DVD


Como es habitual en estos casos, el soplo de la existencia del Auto de Cabreros del Ríos les llegó de forma casual. Alguien les pasó la copia de un manuscrito del texto y aquello propició meses y meses de trabajo. "Empezamos a lanzar el lazo por todas partes", asegura José Luis Alonso y finalmente fueron recabando numerosos datos que, tras quedar organizados, sirven de contenido a un libro realmente sugerente, repleto de material gráfico y que incluye un DVD con la representación de 1989, la última que se hizo en Cabreros del Auto y que disfrutó de la dirección de Luis Miguel Melcón, cura-párroco de Pajares de los Oteros.
Por supuesto, los textos de los respectivos Autos han acabado convirtiéndose en auténticas joyas y en don muy preciado para la historia común de cada localidad. Iban pasando de generación en generación y disfrutaban de nuevos añadidos (de autores anónimos la mayoría de las veces) que los enriquecían y recalcaban sus diferencias con los de otros lugares. Cabreros del Río no permaneció ajeno a este fenómeno y Alonso y Martínez acabaron trabajando con manuscritos de 1916, el más antiguo de todos, 1956, 1967, 1970, 1989 y 2008. El primero lo llaman "el del río" porque para copiarlo se organizaban transportes clandestinos en barca de Villalobar, lugar donde se encontraba, a Cabreros por el río dado el celo con el que se guardaban los textos, verdaderos tesoros para sus poseedores. Han sido muchas las personas que han intervenido y colaborado en la elaboración del estudio y a ellas se les rinde tributo, con nombres y apellidos, a lo largo de las páginas de un libro repleto de detalles y reivindicativo con la cultura popular.

Era tal la complejidad de su logística que cada función podía tardar en repetirse años y de esta realidad tampoco se evade Cabreros del Río. El Auto de Reyesno era una función que disfrutaba de regularidad en sus representaciones. Era tal la complejidad de su logística que cada función podía tardar en repetirse años y de esta realidad tampoco se evade Cabreros del Río. Desde luego, la publicación puede ser un buen aliciente para volver a poner en marcha un espectáculo de tanta envergadura y que requiere de la implicación total de todos los habitantes del pueblo. Alonso lo sabe bien ya que fue artífice de la puesta en escena, junto con su hijo Héctor, del de su pueblo, Quintana Raneros, en 2009, y que desde entonces no se ha realizado.



El estudio crítico del Auto de Cabreros del Río se realizó mediante la comparación de los seis manuscritos que llegaron a manos de los autores, tomando comobase el de 2008, el de Eutiquio Castro, dictado de memoria, para insistir enla evolución que el drama ha sufrido a lo largo del tiempo. Llama la atención, con respecto a los Autos de otros lugares, la presencia de un personaje cómico, el paje de Herodes, que ejerce a modo de bufón como en la commedia dell’arte, género nacido en el siglo XVI, y el teatro del siglo XVII.

Nicolás Alonso Vidal y Jesús de la Cruz trascribieron las partituras de las canciones que se entonan durante el Auto y que resultan fundamentales para caracterizar la personalidad de los Autos.
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