Bienvenidos al cataclismo

Pronto, muy pronto, empezarán las manifestaciones, las concentraciones, las huelgas. La resistencia, la crítica, la intolerancia, la brutal oposición, la brutal oposición a la oposición. Serán días de protestas continuas, de reivindicaciones, de caceroladas. No faltarán las pedradas, metafóricamente hablando, hacia un lado y otro, aunque quién sabe si la sangre llega al río, o a los antiguos cantos de él. En el momento en el que empiece la acción no se aplicarán artículos 155, pero sí habrá enfrentamientos entre vecinos, entre sectores, entre grupos... entre ciudadanos. Será el momento más tenso del año, y mira que los ha habido en este 2017 lleno de desencuentros pero también de encuentros. Comenzarán así las manipulaciones, los ataques desprevenidos y avisando, las tergiversaciones, las dejaciones, las manías persecutorias, las faltas de respeto, las batallas por tierra, mar y aire, los ajustes de cuenta, los insultos y los indultos. La polémica, al fin y al cabo. Serán unos días, los que quedan hasta final de año pero también hasta, por lo menos, Semana Santa, que no se hablará de otra cosa en las comidas y cenas, en familia y entre amigos, con vecinos y compañeros de trabajo.

Y después de todo esto, llegará la calma y nadie se acordará de esta polémica porque pronto nos acostumbraremos a las consecuencias de lo que parece ser un cataclismo social y político.

Bienvenidos a las obras definitivas de la plaza delGrano.