La comunidad contabilizó un total de 57 peticiones de patentes en 2019, el segundo año completo de aplicación de su nueva regulación, cuando en 2017, ascendieron a 90. Esto supone un descenso del 36,7 por ciento en el número de peticiones de este ámbito esencial para el impulso de la innovación tecnológica o, en datos absolutos, 33 reclamaciones menos. La cifra es similar a la de 2018, cuando se contabilizaron 56.
El número de solicitudes de patentes en Castilla y León apenas representó el año pasado el 4,2 por ciento de las 1.356 que se pidieron en España, con Madrid, 278; Cataluña, 202; Andalucía, 182; y Valencia, 180, a la cabeza.
El último informe que facilita la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), recogido por Ical, precisa que al contrario que con las patentes, las solicitudes de modelos de utilidad, que otorga el derecho exclusivo sobre una invención sobre un periodo determinado, con requisitos menos estrictos para su consecución, aumentaron. En concreto, se pidieron 153, con un avance respecto a 2017, del 61,1 por ciento, con un total de 58 más que en el ejercicio que se aprobó la nueva regulación. Las solicitudes de modelos de utilidad de la Comunidad representaron el 5,6 por ciento del total nacional, que ascendieron a 2.731.La consejera técnica de la Unidad de Apoyo de la Oficina Española de Patentes y Marcas, Ana Cariño, explicó a Ical, que la razón fundamental del descenso de las solicitudes de patentes y el aumento de los modelos de utilidad ha sido el cambio de la ley.
Y es que analizando la figura del modelo de utilidad, la nueva normativa contempla “menores cambios en su procedimiento de tramitación y concesión”, lo que ha impulsado esta figura. “Es más fácil su resolución, requiere bastantes menos requisitos y es más barata (la patente varía entre unos 800 y 1.200 euros, frente a los alrededor de 100 euros del modelo de utilidad), aunque el periodo de concesión es de diez años frente a los 20 de la patente”, aclaró
Cariño recordó que la entrada en vigor de la nueva regulación “supuso un cambio a un sistema fuerte de protección a las invenciones nacionales”, equiparando y haciendo compatibles los derechos a escala europea.
Así, comentó que “se han endurecido algunas de las condiciones exigidas para otorgar el derecho de patente y todas aquellas solicitudes presentadas a partir de esa fecha sólo se conceden si poseen la novedad y actividad inventiva exigidas en la Ley”. Así, la nueva regulación ha sido un “elemento disuasorio” y “garantiza el correcto uso del sistema” que se base en el beneficio social y tecnológico que supone la concesión para la evolución tecnológica de España.
Marcas, nombres comerciales y diseño industrial
Los datos facilitados por la OEPM también ponen de relieve que el año pasado se contabilizaron en Castilla y León, un total de 1.854 solicitudes de registro de marca, una cifra que representa un descenso del 8,1 por ciento respecto a 2017, con una merma absoluta en 163. Las peticiones de registro de marca en Castilla y León fueron el 3,6 por ciento del global contabilizado en España, 50.686.
Por lo que se refiere a las solicitudes de nombres comerciales, también sufrieron un retroceso del 1,9 por ciento, hasta las 468. Estas peticiones supusieron el cuatro por ciento de los 11.616 en el conjunto de las autonomía
Por último, desde Castilla y León se presentaron 43 peticiones de diseño industrial, once más que en 2017, con un aumento relativo del 34,4 por ciento. Estas solicitudes representaron solo el 2,7 por ciento de las nacionales, que sumaron 1.585.
Provincias
Por provincias, el número de patentes creció en Salamanca y Soria y permaneció estable en Palencia, mientras que bajó en el resto. En concreto, la provincia soriana sumó tres peticiones, cuando en 2017 no registró ninguna; la salmantina llegó a siete, dos más que el año de aprobación de la nueva regulación estatal; y la palentina, se quedó con una.
Por su parte, Burgos sufrió el mayor retroceso, con cinco patentes, frente a las 27 de 2017, es decir, se desplomaron un 81,5 por ciento. Las solicitudes en Segovia, bajaron un 50 por ciento, hasta las tres; igual que ocurrió en Zamora, que pasó de dos a una.
En la provicia de Ávila, se registró una única solicitud de patente, cuando en 2017 ascendieron a tres, es decir, un 66,7 por ciento menos; y en León, se contabilizaron cinco, tres menos que el año de la nueva ley española en la materia, con una bajada relativa del 37,5 por ciento. Para finalizar, en Valladolid, se presentaron 31 solicitudes, siete menos que en 2017, que suponen una bajada porcentual del 18,4 por ciento.