jorge-frances.jpg

Bacanal festivalera

03/12/2020
 Actualizado a 03/12/2020
Guardar
Los festivales son los campamentos de los músicos y las vacaciones de los escritores. Recuerdo que tuve la misma sensación de libertad y de comunión casi sectaria cuando desperté de niño la primera mañana en un campamento de verano, que cuando abrí la tienda festivalera años después en otra campa y con bastante resaca.Los festivales son escapadas de fin de semana para que los artistas conozcan mundo y a otros artistas. Y si algo tiene la cultura es que sabe aprovechar el momento, que de muchos han salido matrimonio e hijos, y años después divorcio y custodia compartida. Los festivales son un pequeño paraíso a medida, un verano condensado y una despedida de soltero sin boda. Parques temáticos para fanáticos disfrazados de fanáticos, músicos customizados de portada de disco o escritores que visten esa chaqueta de escritor que solo sacan del armario para las firmas de libros. Los festivales son el Erasmus de la cultura, un oasis a contrarreloj que convierte cualquier ciudad en ‘capital’ de algo durante un suspiro.

Los festivales son el triunfo del hedonismo, las bacanales y los carnavales. Así, como el Sonorama, muchos surgieron de hacer rentable la fiesta perfecta de un grupo de amigos, que después fueron legión y acabaron siendo masa. Encuentros de colegas entregados a la causa, donde resulta que se cobra por despendolarse. Y lo más alucinante, donde resulta que miles pagan para estar invitados a la orgía. Los festivales son los corrales de comedias del XXI, la Ópera de Viena y todo Broadway, el nuevo mayor espectáculo del mundo ahora que dejaron a los circos sin fieras. Castilla y León estrenará festivales de literatura y fotografía. Se sumarán a los de música, artes escénicas, teatro o circo. Más excusas ahora que la cultura es disfrutar de las excusas. ¡Cuánto los echamos de menos con la pandemia! Igual que en Las Vegas, lo que pasa en un festival, se queda en un festival. Y eso se respeta.
Lo más leído