Atentado en Sri Lanka: "Los srilankeses nos piden perdón por haber tenido que vivir una situación así en su país"

Lucía, Sara y María son tres jóvenes de Boñar que han vivido en primera persona la cadena de atentados contra iglesias y hoteles del país asiático

Alfonso Martínez
25/04/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Lucía, Sara y María, durante el viaje que están realizando a Sri Lanka. | L.N.C.
Lucía, Sara y María, durante el viaje que están realizando a Sri Lanka. | L.N.C.
Lucía, Sara y María son de Boñar. Allí viven puerta con puerta pero ahora mismo están muy lejos de su pueblo. Son aficionadas a viajar y sienten especial predilección por el sudeste asiático, así que estas tres jóvenes se encuentran desde hace el pasado viernes en Sri Lanka, donde una cadena de atentados suicidas contra iglesias cristianas y hoteles de lujo costó la vida a 359 personas, incluyendo 45 niños y 34 extranjeros, durante las celebraciones del Domingo de Resurrección.

"La verdad es que toda la información que habíamos recibido a la hora de preparar el viaje había sido positiva. En realidad, pese a lo que ha ocurrido, Sri Lanka es un país seguro que lleva diez años intentando superar los efectos de una larga guerra civil y que recibe al turismo con los brazos abiertos", comenta Sara.

El pasado domingo estaban visitando Polonnaruwa, un complejo de ruinas de la antigua capital de Sri Lanka que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Fue en ese momento cuando recibieron las primeras noticias sobre la cadena de atentados suicidas. "Recibí un mensaje de un amigo preguntándome si estaba bien porque acababa de ver en las noticias lo de Sri Lanka. En ese momento consulté las noticias y vi lo que había pasado en Colombo, que es la capital del país. Me asusté y avisé a Sara y a María. Habían pasado horas y por la zona en la que nos encontrábamos estaba todo en calma, pero pronto empezamos a notar una inquietud en la gente, tanto en los turistas como en la población local. Fue a partir de ese momento cuando comenzamos a recibir toda la información sobre lo ocurrido y sobre el toque de queda a nivel nacional que declararon para las seis de la tarde de ese día", comenta Lucía.

Por fortuna, estas tres jóvenes leonesas se encontraban ya en el centro de la isla cuando se produjeron los ataques. "Dos noches antes, al llegar al aeropuerto, dormimos en un hotel en Negombo, que está a diez minutos de una de las iglesias en las que estallaron las bombas", apuntan.

Es por eso que la primera sensación que experimentaron tras conocer los terribles sucesos fue de "incredulidad". "Luego nos fuimos dando cuenta de que la situación se complicaba mucho al ver que cortaban las comunicaciones con el exterior. A medida que íbamos recibiendo información, crecían la tristeza y la preocupación entre los que nos encontramos aquí. El miedo está siempre presente, pero lo cierto es que actualmente se va percibiendo más calma y tranquilidad", detallan.

Más allá del origen exacto de los atentados, las tres jóvenes de Boñar consideran que lo ocurrido ha servido para “remover los recuerdos de la guerra”. "Para nosotras, lo peor estos días, es ver la tristeza en los srilankeses, que nos han pedido perdón por haber tenido que vivir una situación así en su país y están muy asustados por perder la estabilidad que han conseguido en estos últimos años", afirman.

Pese a todo lo que ha ocurrido, estas tres jóvenes leonesas no han cambiado su opinión positiva sobre el país asiático. "La primera impresión siempre es emocionante. Sri Lanka está un poco más desarrollado que el resto de países de esta zona, es menos caótico y algo más caro. Hay mucha diversidad social y cultural y aquí siempre recibes una sonrisa como respuesta", explica finalmente María.

Sin embargo, Sri Lanka ha amanecido este jueves con la noticia de una nueva explosión, aunque aún se investiga si guarda relación con las del Domingo de Resurrección. La deflagración se produjo en un descampado que está detrás del edificio de los juzgados de Pugoda, a unos 40 kilómetros de Colombo.
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