Por tanto, la tasa de criminalidad de la provincia baja y sigue siendo notablemente inferior a la media nacional, situándose además como el descenso más acusado de Castilla y León. En concreto se sitúa en 27,5 delitos por mil habitantes frente a los 37,4 a nivel nacional, con un descenso en la provincia de más de seis puntos respecto a 2019.
A pesar de la bajada generalizada, algunos delitos han experimentado un ascenso. Entre los que más llaman la atención se sitúan los homicidios dolosos y asesinatos consumados, cuatro el año pasado, mientras que en el ejercicio anterior no se registró ninguno. El primero de ellos fue el de un joven dominicano cuyo cuerpo sin vida apareció en la localidad de Villavente a principios de año con un disparo. Ya durante el confinamiento se conoció la muerte violenta de una mujer propietaria de un bar quefue asesinada en su domicilio del barrio del Ejido, en la capital. El tercero sería el de un hombre que perdió la vida en Borrenes tras recibir una paliza en el marco de una discusión de tráfico mientras que el último, a principios del mes de julio, fue el estrangulamiento de una mujer a manos de su hijo en La Silva. Además se contabilizaron tres homicidios o asesinatos en grado de tentativa, la misma cifra que en 2019.
Junto a los asesinatos, que subieron también a nivel nacional, la provincia registró un ascenso en las infracciones penales referidas al tráfico de drogas, un total de 83 conocidas en 2020 frente a las 69 del año previo, lo que supone un incremento de más del 20%. Además, se registró una subida de los delitos de malos tratos en el ámbito familiar, que pasaron de 463 en 2019 a 479 el año pasado. También crecen, según los datos del Ministerio del Interior, las estafas bancarias en León y se sumó un secuestro.
El resto de delitos experimentaron un descenso el año pasado. En los delitos graves y menos graves de lesiones y riñas tumultuarias, la bajada fue del 30%, de 147 en 2019 a 102 el año pasado. En cuanto a las infracciones penales relacionadas con delitos sexuales, se registra un leve descenso aunque repuntaron en la segunda mitad de 2020. En concreto, se registraron 69 delitos contra la libertad e indemnidad sexual (77 el año previo), siete de los cuales fueron agresiones sexuales con penetración (el mismo número que el ejercicio anterior en un capítulo que se refiere a las violaciones).
Por otra parte, cayeron un 9% los robos con violencia e intimidación, hasta 166 el año pasado, al igual que los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, un total de 694 de los que 403 fueron en domicilios según especifica la estadística ministerial publicada este martes. También cayeron de forma significativa los hurtos, casi a la mitad respecto al año anterior. En concreto, se conocieron 2.317 en la provincia frente a los 4.161 de 2019. En el capítulo de sustracciones de vehículos infracciones cayeron un 32% con 95 delitos. El balance se completa con un apartado que se refiere al resto de infracciones penales sin tipificar, que descendieron un 8% respecto al ejercicio anterior con 9.026 delitos.
Por otra parte, el balance de criminalidad de la provincia incluye que el 38,5% de las infracciones penales conocidas en la provincia fueron esclarecidas y la tasa de detenidos e investigados por cada mil infracciones penales se sitúa en 206, lo que supone cinco detenidos o investigados más que en los doce meses anteriores.
Además, Subdelegación del Gobierno en León destaca que se ha producido un incremento en el número de agentes disponibles en la provincia, tanto en la Policía Nacional como en la Guardia Civil, que cuentan con 28 personas más que en 2019.