Arqueólogos en el Bierzo, un trabajo sobre el pasado con la mirada en el futuro

Arantigua ha estado en 2015 en la mayoría de las restauraciones hechas en la comarca, de Las Pedreiras a la limpieza de las ermitas de Santa María de Escayos y San Salvador de Toral

N. González
03/01/2016
 Actualizado a 17/09/2019
El arqueólogo Rodrigo Garnelo, responsable de Arantigua, consultoría berciana sobre arqueología y patrimonio, en el castro de Orellán. | César Sánchez (Ical)
El arqueólogo Rodrigo Garnelo, responsable de Arantigua, consultoría berciana sobre arqueología y patrimonio, en el castro de Orellán. | César Sánchez (Ical)
El ingente patrimonio histórico y artístico del Bierzo es la punta de la lanza del turismo en una comarca transitada cada año por miles de peregrinos y que tiene puntos de interés con la categoría de Patrimonio de la Humanidad, como es el caso de la antigua mina de oro romana en Las Médulas. Como contrapartida, los cuidados que requiere este patrimonio son constantes, y ahí entra en juego que la apuesta de las administraciones públicas sea algo más que declaraciones hechas ante los medios de comunicación.

Otro factor, que siempre pasa más desapercibido, es la existencia de expertos que puedan llevar a cabo esas tareas. Y ahí aparecen empresas como Arantigua, una consultoría berciana sobre arqueología y patrimonio histórico que no sólo se está sobreponiendo a la crisis, sino que ha estado detrás de la mayor parte de las actuaciones de restauración y puesta en valor del patrimonio que se realizaron en 2015 en el Bierzo.

Entre ellas la principal ha sido, sin duda, la excavación de la domus romana de Las Pedreiras, en Las Médulas, que se ha convertido ya en un nuevo yacimiento visitable en el paraje después de estar años sepultada para su conservación, y veinte años después de las primeras investigaciones sobre el hallazgo realizadas por el CSIC.
«La crisis también ha afectado al sector de la arqueología y muchas empresas han cerrado, pero es un sector que seguirá existiendo», explica Rodrigo Garnelo, arqueólogo responsable de Arantigua. «En una zona como el Bierzo, en la que la industrialización ha bajado, seguimos manteniendo un enorme patrimonio y potenciar eso es muy importante para el turismo», añade. Entre los retos de futuro está, dice Garnelo, la recuperación del patrimonio industrial, con muestras como los talleres ferroviarios de La Placa, en Ponferrada; la zona del Pozo Julia, en Fabero, o el poblado de los mineros del wólfram, en la Peña del Seo, en Cadafresnas. «La arqueología industrial sigue en paños menores», dice Garnelo, «estamos un poco atrasados respecto a otras zonas, a pesar del potencial que tiene».Arantigua ha trabajado en este área con la Asociación Portuguesa de Arqueología Industrial, APAI, con la que el año pasado participó en el proyecto de catalogación e investigación del patrimonio preindustrial e industrial en el valle del río Sorraia, en el municipio portugués de Santarém.Al margen de los trabajos que los expertos de Arantigua hacen fuera, es sin duda en el Bierzo donde más han colaborado en 2015 en el mantenimientoy cuidado del patrimonio. Además de la intervención en el yacimiento romano de Las Pedreiras, Arantigua ha llevado a cabo otras actuaciones, como la limpieza y consolidación de los restos de la ermita de Santa María de Escayos, en Manzanedo de Valdueza, una actuación realizada para el Ayuntamiento de Ponferrada y que ha servido para dejar a la vista los restos de esta iglesia, cuya primera referencia la aporta San Genadio en su denominado ‘testamento’ a principios del siglo X, en el que la dona al monasterio de San Pedro de Montes.
«Estaba casi oculta por la vegetación,y su estado de conservación era muy malo. Se hizo una limpieza y una señalización del camino», explica Garnelo.

Otra intervención importante en el municipio ponferradino se realizó en el mismo sentido en la antigua iglesia de San Salvador de Toral de Merayo, que también ha sido limpiada de vegetación y maleza por los responsables de Arantigua.

Los restos de esta iglesia están en una pequeña elevación junto a la carretera de Toral a Rimor. Se construyó en el siglo X en estilo mozárabe como iglesia parroquial del pueblo de Merayo, y aprovechaba los cimientos de una edificación romana de los siglos IV y V después de Cristo.

En esta intervención también se ha recuperado el antiguo camino, de doscientos años de antigüedad, que lleva a la iglesia, y se ha corregido la señalización del conocido como Camino de Invierno a Santiago de Compostela, que era errónea. Este camino aprovecha la calzada romana secundaria que comunicaba Astorga con Las Médulas.

En Ponferrada también, Arantigua realizó además el control arqueológico de la demolición de una vivienda adosada a la antigua puerta del Comendador, perteneciente a la muralla medieval, y de la que sólo se conserva un pilar. También hicieron el control arqueológico de la restauración del contrafuerte de la iglesia de San Martín, en Salas de los Barrios.

Petroglifos en el Bierzo


Arantigua lleva tres años colaborando con la Junta en la catalogación de los petroglifos que han aparecido en la zona de la maragatería y en el Bierzo. Han catalogado ya una veintena de petroglifos, la mayoría en la zona maragata, y otros en la localidad berciana de Santa Marina de Torre.

«La Junta está poniendo en orden ese descubrimiento y documentando y catalogando los petroglifos para su protección. Muchos de ellos no parecen tan antiguos como se pensaba», aclara Rodrigo Garnelo.
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