Del mismo modo, desde el Consejo de Cuentas consideran que la institución académica que dirige Juan Francisco García Marín debe corregir su "excesiva liquidez", así como establecer fórmulas para utilizar "el importante excedente de tesorería a fin de mejorar la rentabilidad. "Entendida esta no exclusivamente en términos financieros sino también en términos de potencial de servicio o beneficio de la colectividad", añaden en su informe.
El informe evidencia que García Marín ha logrado corregir el endeudamiento, "que venía siendo elevado" Entre las recomendaciones planteadas por el Consejo de Cuentas también se encuentra la de que la ULE "debe valorar la necesidad de dotar de un reglamento propio" a la oficina técnica de control interno, así como "la mejora de recursos materiales y personales". Del mismo modo, el Campus de Vegazana deberá aprobar su presupuesto antes de comenzar el ejercicio. "En lo referente a la aprobación las cuentas anuales, deberían contener toda su actividad, incluyendo la consolidación de las cuentas de su ente dependiente", añaden en el informe elaborado por la institución que preside Amilivia.
Ocho millones más
El Consejo de Cuentas señala que la evolución de las magnitudes que componen el balance de situación pone de manifiesto que el total del activo y pasivo de la ULE entre 2016 y 2019 se ha incrementado un 4,5 por ciento, pasando de 189 millones de euros a 197 millones. Ocho millones más que, tal y como añaden desde la institución autonómica, "la composición en términos relativos de las grandes masas patrimoniales es similar en todos los ejercicios".
Del mismo modo, la situación de endeudamiento con las entidades de crédito, "que venía siendo elevada", ha sido "solventada" en este periodo y en 2019 con una amortización anticipada la Universidad ha liquidado una deuda que venía consumiendo recursos que podrían haber sido utilizados para mejoras de otro tipo. Un hecho que pone de manifiesto el Consejo de Cuentas y que avala la gestión de García Marín y su equipo pero que obliga a que, ahora, deben agilizar la ejecución de su presupuesto.
La situación de la FGULEM
Los distintos índices de liquidez analizados por el Consejo de Cuentas reflejan la capacidad de la Fundación General de la Universidad de León y de la Empresa (FGULEM) para mantener un equilibrio financiero. "Los valores de liquidez y solvencia se sitúan por encima de lo aconsejable, lo que supone la existencia de un excedente de tesorería sin invertir", exponen en el informe de la situación económica y financiera de la ULE.
De esta manera, el indicador de ahorro bruto y el de neto son positivos, lo que significa que los ingresos corrientes pueden cubrir los gastos de funcionamiento de los servicios y la carga financiera de la deuda, "pudiéndose destinar el exceso a financiar inversiones". El remanente de tesorería de la ULE para gastos generales es positivo en todos los ejercicios del periodo. Su importe muestra una "tendencia alcista". En 2019 su cuantía asciende a 35,8 millones de euros, lo que expresa la situación de liquidez de la Universidad, con alta solvencia financiera a corto plazo. Este remanente podrá utilizarse como fuente de financiación de gastos presupuestarios en ejercicios futuros.
Desde el 2016 las universidades públicas dejaron de formar parte de la Cuenta General de la comunidad, por lo que el Consejo de Cuentas consideró conveniente incorporar a su programación la fiscalización de una universidad cada año, siendo la correspondiente a la de León la tercera de ellas. Este informe emitido por parte del Consejo de Cuentas no ha recibido alegaciones.