Apaga la ratio

Sucedió y nos ocurrió que nos hizo Roldán un cuartel que recién pintado parecía la Nasa de Pedro Duque pero dieron en ver los jubilados que vigilan las obras que igual se había adelantado a su tiempo. Como entonces estaban de moda los chorizos bajos en grasa, los yogures bajos en nata (en lleunés, desnatados), los chocolates bajos en azúcar (en lleunés, corcho)... pues el tal Roldán nos hizo uncuartel bajo el cemento, que parecía como los otros pero había que tener muchos cojones para quedarse de puertas debajo de la viga maestra cuando empezaba a restallar.

Y lo malo no fue lo que robara, que es lo normal, lo malo fue que ni se compró trajes y salía en Interviu con unos calzoncillos que hay que tener mucho valor para llamarlos slips.

Para no hacer el ridículo de que fuera el Ministerio el que matara a los guardias suyos dijeron que hacían una reforma, nada de 600.000 euros, es decir, que dejaronel cartel que decía ‘Todo por la patria’ y una mostolilla que había anidado debajo de la piedra del mástil de la bandera.

Pero claro, con tanto gasto dieron en maliciar que había poco delito para tanta inversión. Que no daba el ratio, técnicamente hablando. El pedáneo nos sugirió que habría que delinquir algo más, que nos tenían en el punto de mira.

Pero claro, tenemos lo que tenemos. En el último conteo éramos 54 personas humanas si incluimos en esta casilla a los mayores de 80, que si no nos quedamos en una docena menos. Sólo te digo que hay algunosque nos los ve ni el panadero, que ya es decir.

Y con estos número había que tomar una decisión. Luchamos a brazo partido para que no nos cierren bares, que mantenemos tres abiertos, con frigoríficos y todo.

Si dispersamos gente a delinquir vete tu a saber si no nosquedamos sin bares y sin cuartel.

Se llevó la cosa a estudio, que si lo de los bares lo entendíamos porque hay que potenciar al cliente, pero lo de delinquir, la ratio... Hasta que dijo Farraperas: «Yo creo que lo mejor es que apaguemos la ratio».