10/01/2017
 Actualizado a 08/09/2019
Guardar
Les contaré una historia antiterrorista. Más o menos. Pongamos que usted se dispone a tomar el AVE con destino a Madrid en la estación de León. No un tren plebeyo cualquiera. El AVE. En ese caso, tras el control de billetes, un operario logotizado por ADIF le indicará que se quite la ropa de abrigo y la introduzca en el visor del escáner. Ahora bien, si toma el mismo AVE en la estación de Valladolid-Campo Grande, entonces otro operario también logotizado le pedirá simplemente que se abra el abrigo y le muestra sus interiores. Finalmente, si lo que usted hace es tomar ese AVE en sentido inverso, es decir, desde la estación de Madrid-Chamartín, nadie osará desvestirle ni observar ningún interior. En ese caso, tal vez le asalte la curiosidad y se atreva usted a preguntar al personal de seguridad sobre el porqué de esta medida y sus diversos procedimientos. Le responderán que es «por lo del terrorismo» y que allí, en Chamartín, no desvisten a nadie porque hace frío en el andén.

Pongamos que usted prefiere el Alvia procedente de Ponferrada y con destino en Madrid. Como tampoco es un tren plebeyo, el procedimiento es idéntico en cualquiera de las tres localidades. Sin embargo, si usted toma ese mismo tren en sentido inverso desde la estación de Valladolid, puesto que la composición se estaciona en el andén número dos, no tendrá que someterse ni al escáner ni a la revisión de abrigos. Es más, no tendrá ni siquiera que mostrar su billete a nadie puesto que no habrá interventor que se lo solicite durante todo el trayecto.

Pongamos, por último, que usted, sorprendido por tan pintorescos procederes, solicita al individuo logotizado la normativa que guía estos controles o que le hace ver, educadamente, lo absurdo de una norma que, al no ser universal, se convierte en pura pantomima. Entonces, si tal osa, sepa que acabará teniéndoselas con la policía, que habrá encontrado por fin al terrorista que andan buscando tras los abrigos. Sólo en León, claro, y nunca en trenes para plebeyos.
Lo más leído