03/06/2020
 Actualizado a 03/06/2020
Guardar
Sea por el miedo al contagio o por obligación, estamos en casa más que lo habitual. Hasta hace poco, el trabajo y el ocio nos mantenían en la calle. ‘Salir’. La palabra mágica y liberadora de la monotonía.

Al cabo de varios días en el gueto, me ha dado por rebuscar y ordenar armarios, cajones, estanterías y he descubierto yacimientos de rapa, zapatos y papeles, muchos papeles a eliminar. Y, entre éstos, un montón de carpetas de mis apuntes de estudiante. Garabatos, esquemas, trabajos... con la dificultad de que apenas entendía mi propia letra. Entre todos, me detuve en la de Semiología o Semiótica. Y, allí estaba Umberto Eco. Un investigador que quedó sepultado en su novela ‘El Nombre de la Rosa’ –genial, pero una obra menor– entre todos sus trabajos: ‘Tratado de Semiótica General’, ‘Obra Abierta’, ‘La Estructura Ausente’, ‘Apocalípticos’ e ‘Integrados’ y ‘De la Estupidez a la Locura’.

De éstas dos últimas, decir que todavía nos encontramos en la fase de estupidez. Son demasiadas las cosas que contribuyen a ello. Las televisiones, medios en general y dispositivos informáticos, que son más tóxicos que cualquier virus. Como decía Eco, «los periódicos no están hechos para difundir noticias, sino para encubrirlas». En cuanto a los apocalípticos, la guerra, conspiración política y económica, destrucción del hábitat, etc. Los integrados somos el vulgo, cuyo valor es votar cada cuatro años. A tontas y a locas.

El bisturí semiológico lo llevó al análisis exhaustivo porque, todo lo que nos rodea, son signos y significados. Sobre el término fascista, facha, del que tanto se abusa, advierte que «el fascismo puede volver con las apariencias más inocentes» y no es tan fácil de detectar. De ahí, al análisis del lenguaje de los políticos porque hablar no es decir. «Si sabes que te mienten, debes estar instalado en la sospecha». Si decimos que «por el humo se sabe dónde está el fuego» o «por la cagada se conoce al pájaro» es por un elemental análisis semiológico. Existe la semiología médica que, atisba los signos que presentan una enfermedad.

Como vemos, es una ciencia nueva –que parte de la lingüística de Ferdinand de Saussure– y divertida, porque nada escapa a ella. Así, la visión de la propia imagen, que tanto nos preocupa, la aborda en su Historia de la Fealdad.

No olvido al semiólogo francés, Roland Barthes, que entre otras muchas obras escribió ‘Cómo se hace una orgía’. Sublime.

Es de suponer, que no tiré los apuntes al contenedor. Interpretando mi propia letra, ya los estoy reescribiendo. No con ‘la máquina del fango, de tiempos electorales’, sino con el pc y el procesador de textos.
Lo más leído