Amancio González: "La forma por sí misma suele producir una cierta pereza"

El escultor leonés expone a lo largo del mes de abril en la galería de arte Ármaga un conjunto de esculturas de pequeño formato y en metal que eluden la realidad para representar distintos estados emocionales

Joaquín Revuelta
02/04/2016
 Actualizado a 16/09/2019
Amancio González expone varias esculturas en metal de pequeño formato en la galería de arte Ármaga. | DANIEL MARTÍN
Amancio González expone varias esculturas en metal de pequeño formato en la galería de arte Ármaga. | DANIEL MARTÍN
Desde hace algunos años el metal se ha convertido en el material con el que el escultor leonés Amancio González crea sus obras, de las que una selección en pequeño formato y algunos dibujos se exponen a lo largo de este mes de abril en la galería de arte Ármaga. "La madera ha sido el material con el que he ido desarrollando mis trabajos desde que empecé, pero llega un momento en que el discurso se va agotando y lo que no quiero es que la escultura llegue a aburrirme en ese sentido. Entonces, siempre vas buscando dentro de la composición, de la forma, materiales que te permiten seguir desarrollándote. No quiere decir que mañana no vuelva a trabajar la madera, pero si lo hago va a ser desde otro punto de partida", señala González, que reconoce que muchas de las piezas expuestas son bocetos que podría realizar a gran escala, sobre todo las de hierro por tratarse de un material fácil de suspender en el aire con muy pocos elementos de sujeción.

Amancio González reconoce que sus obras pueden llegar a inspirar propuestas argumentales, que dentro la escultura es como "un guiño al espectador". "La forma por sí misma suele producir una cierta pereza y cuando le provocas con una especie de trama argumental el espectador puede llegar antes a la escultura", destaca el artista, para quien en una sociedad tan tecnificada como la actual la recreación en una obra de arte resulta más difícil.

González quiere dejar constancia de que sus figuras no son realistas sino que representan estados emocionales. "Esta pieza, que se titula ‘Icaro 3’, es una figura suspendida que lucha contra la gravedad y que refleja un estado casi onírico. Igual que esta otra, ‘El lector’, que está como flotando y nos lleva a ese mundo interior en el que la lectura acaba por apoderarse del personaje y éste se halla en otro estado".

También repara en una pieza que en la distancia podría asemejarse a un Cristo, pero si uno se aproxima más a ella se da cuenta de que tiene más que ver con el personaje bíblico de Sansón. "En realidad no me interesa el mito de Sansón sino el estado emocional de una persona que en este caso intenta abrirse un hueco", concluye González.
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