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Alfredo, alcalde del Bierzo

01/03/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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Si hoy me preguntan cuál es mi político favorito en la comarca del Bierzo, respondería, sin el menor género de dudas, que el alcalde de El Barco de Valdeorras. Después de escucharlo defender el Corredor Atlántico ante la ‘amenaza zamorana’, Alfredo García nos ha devuelto el orgullo de pertenecer a un cauce común, el de nuestro legendario río Sil, y a unas costumbres, orografía y clima no menos coincidentes.

Él se atreve a decir lo que muchos piensan por aquí: en las instituciones que nos han tocado en suerte no nos consideran otra cosa que cándidos paganos de impuestos.

Esto ha quedado patente cuando, llegada la oportunidad de soñar con una infraestructura ferroviaria como el corredor del Noroeste, los políticos del PP autonómico nos enturbian el sueño al introducir en el discurso un elemento distorsionador, la necesidad de acondicionar el eje Zamora-Orense para el paso de mercancías, en clara competencia con la conexión Ponferrada-Valdeorras, que es el que (Juncker de turno mediante) corresponde acometer.

Ha sido el alcalde de El Barco, también presidente del Eixo Atlántico, el que ha tenido que poner a cada uno en su sitio, el que nos ha descubierto la operación encubierta y el que ha alertado sobre la posibilidad de alzar la voz ante una nueva injusticia para este recorrido, el berciano, venido a menos cuando perdió la oportunidad de la Alta Velocidad ferroviaria por motivos nunca del todo aclarados.

Deberíamos pensar seriamente si a los bercianos no nos interesaría anexionarnos a Valdeorras, poner la capital en El Barco y nombrar a Alfredo García (o elegirlo, si fuese necesario el trámite) como soberano de las tierras del Sil, porque el lugar en el que ha dejado a muchos políticos de este otro lado de la frontera no es el más edificante. Para ellos, se entiende.

Hasta cuando se trata de reclamar lo que parece de justicia, tienen que venir de fuera a darnos lecciones.
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