Alejandro Polo: "No me gustan las cabinas de la Once"

Es el vendedor de la Once más famoso de León por su simpatía y su peculiar forma de ofrecer los cupones. Reconoce que tiene voz de anuncio, pero sobre todo que lo que más le divierte es el contacto con la gente

Sergio Jorge y Laura Pastoriza
28/05/2016
 Actualizado a 19/09/2019
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Alejandro Polo es sin duda el hombre con más suerte de la capital leonesa. ¿Cuántas veces ha repartido algún premio?
– No sé si seré el que tiene más suerte, pero hace dos meses di un premio aquí en Santo Domingo, de 35.000 euros.

¿Y el que más ilusión le ha hecho?
– Todos son buenos, porque lo importante es que la gente tenga ilusión y sobre todo suerte.

¿A quién le regalaría un cupón premiado?
– A la gente más necesitada. La gente que compra el cupón es de la calle, muy normal, necesitada de un poco de suerte.

¿Y a quién no?
– Al que compra el cupón se lo entrego con toda la ilusión para que toque, pero es imposible que toque a todos.

Tiene voz de anuncio de televisión.
– Algo sí que tengo... no me gustan las cabinas de la Once, son como ‘toma el cupón y vete’ y aquí en la calle soy más directo con la gente, puedes hablar.

¿Los políticos leoneses compran muchos cupones?
– Sí que hay alguno, pero de los de antes, de los jóvenes de ahora ninguno.

¿Cuál es el que más compra?
– El que fue alcalde antaño, Morano.

Ahora que vuelve a haber elecciones, ¿alguno no le pide un poco de suerte?
– Es época de que los políticos salgan a la calle con más ganas para captar a la gente para que les vote.

La de cosas que se deben oír en la plaza de Santo Domingo. ¿Puede uno cotillear mucho estando aquí?
– Siempre hay, pero intento llevarme con todos bien. Siempre hay gente más aceptable que otra.

¿Qué prefiere, León o Santander?
Me gusta mucho León porque para mí es una gran ciudad, que me ha dado un vida entera. Santander fueron aquellos años de joven, casi un poco locos. Ciudades diferentes en diferentes épocas.

Igual hay gente que no sabe que fue futbolista en el Racing.
– Estuve dos años de prueba en Primera, en tiempos de Nando Yosu. No continué por la cabeza mía. Me cedían al Rayo Cantabria, el filial del Racing, y no accedí a esa propuesta.

¿Y luego dónde fue a jugar?
– Después fui al Venta de Baños, allí jugué dos copas del Rey, y debuté contra la Unión Deportiva Salamanca, que estaba en Primera y tenía a D’Alessandro de portero.

Fueron épocas históricas, tanto la del Salamanca como la de Nando Yosu.
– Recuerdo mucho a Nando Yosu porque era una gran persona. También fui compañero de Manolo Preciado y de Tuto Sañudo, que por cierto, él iba a embarcar, a la mar, pero fue a probar y se quedó en el Racing.

¿Y el Racing o la Cultural?
– Son equipos hechos para diferentes motivos. La Cultural con un año más de crecimiento puede dar el salto a Segunda División, pero el Racing está obligado. Santander necesita un equipo en Primera, porque siempre ha estado.

Las vacaciones allí no las perdona…
– Solemos ir una semana todos los veranos. A mí todo el norte me gusta.
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