Alas para la mina

17/05/2022
 Actualizado a 17/05/2022
Guardar
Lama al charangueo Fabero, esa cuenca que ya se ha enjugado el llanto por tanta muerte que ha llevado a hombros al cementerio. Primero al pozo, que lo pasó mal para morir, porque hasta para eso hay que tener suerte, dicen los que saben de finales. Agonizaba y en cada respiración se hundían con él los miles de mineros que había apadrinado, por si era la última. Y lofue, una de ellas, el resto eran olas arriba, olas abajo. Sustos marinos en tierra firme. Se agotó a sí mismo para volver a la naturaleza de la que vino. Tan negro en el verde que la paleta no soportó asumir el peso del luto. Mineros y mina se apartaron de la vida para subirse a lomos de una reconversión obligada. Suena a mariposa salida del gusano, pero tal vez solo fuera una impertinente polilla. El caso es que a la cuenca sí le salieron alas. Bueno, más bien tuvo que coserlas de las telas que le quedaban a esas minas con nombre de mujer, como metáfora del agujero al que bajaban los hombres a diario. Había retales de sobra, y la aguja encendida se puso a trajinar. Tratratra. El pedal de la máquina hace los coros a la máquina de coser. Cloclo cloclo. La melodía cambia en la cuenca. Lleva tiempo la montaña berciana recomponiendo sus hábitos. Cocina minera, escuela del ayer, el recuerdo a Almudena Grandes como tesoro, corales, visita al Pozo Julia, encuentro de artistas, ahora, un duelo de charangas… la bombilla va regalando luz y cada haz nutre a un trébol suertudo que le dice que sí,que es por ahí. Segunda, la pérdida de la escombrera, que asume trascender al cielo de los suelos sin rencor. Se sabía de paso La Gran Corta, pero le obligaron a echar raíces…y no quería, que lo suyo era seguir fosilizando materia viva para entregar huevos en forma de roca con una yema de delicia científica dentro. Pero se reconvierte ella que fueel claro resultado del «vierte». Ahora se mira en espejos de realidad virtual, aunque las palas ya van de camino para pasar a realidad la esperanza de trazar sobre sus huesos los jirones de piel que se le fueron restando.De reducto a ejemplo, el escombro enseña también que siempre hay un momento para valorarse. Muere el adjetivo minero de la cuenca berciana y en la esquina más húmeda de la lápida, crece una margarita fresca.
Lo más leído