Adrián Fanegas: "Quiero ayudar a los animales"

Tiene 11 años, de mayor quiere ser veterinario y le encantan las consolas, los pokemon y el sushi. Padece el síndrome de Treacher-Collins, una enfermedad rara que le ha hecho pasar 13 veces por quirófano, pero él siempre sonríe

Susana Martín (entrevista), Laura Pastoriza (vídeo) y Mauricio Peña (foto)
25/03/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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Cuentan los que le conocen que Adrián nunca se queja y que siempre le precede una sonrisa. Con varias cámaras enchufándole y un micro, este chavalín de La Virgen –el más joven de los invitados de este confesionario– está más serio que de costumbre y no le reconocen ni sus padres. Pero en cuanto se pone a charlar, ya no hay quien lo pare, y ni te cuento cuando desaparece la luz roja del ‘rec’.

Una de cada 50.000 personas que nacen en el mundo padece el síndrome de Treacher-Collins. Esta enfermedad  rara, causada por la mutación de un gen del cromosoma 5, provoca deformidades cráneofaciales. Uno de cada 50.000, y va y le toca a Adrián Fanegas hace once años. Es una enfermedad rara que para él es lo más normal del mundo. «Es que es algo normal», aclara él, y no da ninguna importancia a que ya ha pasado trece veces por el quirófano. La primera, cuando sólo era un mico de tres mesines. «Pues no me da ningún miedo que me operen», dice, aunque reconoce estar un poco harto de tanta intervención

Esta enfermedad es algo normal, cuenta Adrián sin inmutarse, la conocen todos mis compañeros y amigos, y es normalEstudia 6º en La Virgen del Camino y tiene un poco de manía a las Matemáticas. «Lo de estudiar los números no me va». Y por no estudiar tanto como debiera, por pasar un poco de hacer los deberes a veces y entregar algún examen que otro con varias preguntas en blanco se ha quedado Adrián una buena temporadita sin la consola, una de sus grandes pasiones junto al fútbol, los pokémon o las canicas.

Le encantan también los animales y de mayor quiere ser veterinario «para ayudarles». Sabe que para ello tendrá que estudiar mucho, aunque a veces le entre la pereza y prefiera colgarse de la consola.

¿Tienes un perrín? «No, no, ¡lo mío es un perrazo!», advierte orgulloso, y estira los brazos para explicar la dimensión del can. Tiene también tres tortugas y un pájaro, y le gustaría tener más bichos, «pero no me dejan», dice con cara de fastidio.

También le chifla el fútbol: es del Barça y su ídolo es Messi, a quien le gustaría conocer de cerca. «Pero ya le vi jugar en Valladolid, eh».

El ‘pequeño gran Adrián’ también es un gran aficionado de la Cultural y confía en que este año suba a Segunda. «Vamos mucho a verlos, son buenos, quiero que suban».

Este fin de semana tenía previsto ir a Madrid con su familia. Tienen que sacarle una muela, pero su boca es tan chiquitina, que no hay dentista leonés que lo consiga. Así que tiene que ir a Madrid –«cómo me gustaría vivir allí, me encanta»– pero antes debe curarse de un catarrillo que ha pillado esta semana con tanto frío.

Antes de la entrevista, charlamos un rato para que Adrián coja confianza y pactamos que no le pregunte ‘en directo’ por la chica que le gusta, «por si lo ve y se entera».

También pactamos pedirle a su profesora, Montse, que no le ponga tantos deberes, «aunque a veces no me pone tareas», e intentar convencer a sus padres –Ángeles y Alfonso– de que le devuelvan la consola.

De momento no ha colado, Adrián, pero ponte las pilas y estudia...
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