Ademar 34 - Bidasoa 25: 'Semedo convierte el funeral en festival'

La antológica exhibición del lateral, con 11 goles y 6 asistencias, y el despertar de Bomastar en portería ponen fin a la crisis del Ademar y le llevan a arrasar a un desconocido Bidasoa

Jesús Coca Aguilera
09/10/2021
 Actualizado a 10/10/2021
Semedo lanza por encima de la defensa. | MAURICIO PEÑA
Semedo lanza por encima de la defensa. | MAURICIO PEÑA
No pintaban bien las cosas en el Palacio de Deportes. Cuando vienes de perder cuatro de tus últimos cinco partidos, o de encajar 35 goles en tu último encuentro en casa y 39 en la salida más reciente, la paciencia se agota antes. Y cuando en 17 minutos de encuentro Bidasoa ya te había metido 10 tantos, yendo por tanto en media de volver a esos desastrosos números, la gente empezaba a temerse lo peor.

Pero ahí, en ese 9-10, se acabaría cualquier tipo de duda o preocupación. No fue ya que no volviera a estar por detrás en el marcador el Abanca Ademar, es que tras su parcial de 5-0 con el que se colocó 14-10, la diferencia nunca volvió a ser inferior a los dos goles, y en los 43 minutos restantes sólo recibirían 15.

Un cambio de tendencia que acabó llevando al Ademar a arrasar por un espectacular e inesperado 34-25 a un Bidasoa muy lejos de su nivel habitual sobre todo en defensa, que sirve para poner fin a la crisis leonesa y quién sabe si marcar un punto de inflexión en la temporada, y que tiene dos grandes nombres propios como protagonistas.

De la última ventaja irundarra se pasó con un parcial de 5-0 al 14-10. El Ademar ya no ganaría nunca de menos de 2 Uno sin duda está en la portería, esa cuya aportación se ha echado tanto de menos en las últimas semanas. Despertó Milan Bomastar, que sólo parece tener dos opciones: o salirse o no tocar un balón. Y como en la segunda parte frente al Antequera o la primera con el Puente Genil, tocó la versión buena. Espectacular estuvo el serbio, que entró con el citado 9-10 en la pista y acabó con un 48% de acierto, siendo bastantes de sus intervenciones en lanzamientos muy claros en seis metros ante los que su figura se agigantó.

No es casualidad que su actuación viniera acompañada de una mejoría en defensa, porque ambas facetas se retroalimentan. Sufrió de inicio el Ademar porque el Bidasoa empezó buscando una y otra vez a Virbauskas, el más débil en esa faceta, para encontrar un tiro fácil tras otro, pero se vino arriba espoleado por las paradas de Bomastar, subió un punto la intensidad, y acabó provocando bastantes pérdidas del rival y dificultando sus lanzamientos, con Santista y Marko como principales protagonistas.

Pero por encima de cualquiera estuvo otro jugador. Porque quien convirtió el funeral en festival con una exhibición antológica fue el lateral caboverdiano Leandro Semedo, imparable de principio a fin para la defensa irundarra y que se hinchó a marcar goles, casi todos de tremendos cañonazos lejanos, pero también repartió juego.

Tras salir Bomastar, que firmó un 48% de acierto, Ademar encajó 15 goles en 43 minutos  y acabó con su mejor defensa Sólo el preludio de la obra maestra que acabaría tocando serían los cuatro tantos y dos asistencias que llevaba en el 6-6, cuando todo ataque ademarista pasaba por él. Finalizaría con 11 ‘dianas’, con sólo cuatro fallos en el tiro, y con seis pases de gol, cinco de ellos buscando en seis metros a Liapis y sobre todo Santista, ayudando a que los pivotes destrozaran al 6-0 rival, y otro en una colgada a Jaime que supuso el mejor tanto del partido.

Soltó a gritos su furia el caboverdiano, por cuya cabeza seguro que pasaron los muchos meses en el dique seco que tuvo que estar antes de acelerar hace unas semanas un regreso que estaba previsto para este mes, y desquició por completo a un Bidasoa que acabó yéndose a por él para frenarle como fuera, provocando una roja que los árbitros mostraron a Dariel pese a darle Tesoriere.

Y así, con estos actores liderando una faena que de paso reconciliaba al equipo con una afición entregada, la diferencia se iba abriendo. De cinco (18-13) era al descanso, aunque con las dudas sobre si el físico aguantaría como principal incógnita que invitaba a ser precavido sobre cómo acabaría todo.

Con 27-22 Ademar tuvo una doble inferioridad de casi 2 minutos. La ganó e inició un parcial de 4-0 que sentenció Porque mientras Bidasoa rotaba sus piezas casi por igual, Cadenas reducía al máximo su rotación. Sin Jozinovic y a la espera del coreano, sólo uso cuatro primeras líneas, pues ni Jaime se fue al central ni Lodos apareció en pista. Y en defensa Soljic, el principal ‘expediente X’del arranque liguero, sólo defendió dos ataques, al inicio de la segunda parte, sentándole al fondo del banquillo y echándole una visible bronca tras ellos.

Así, cuando una distancia que había sido hasta de 6 (20-14) empezó a reducirse y era sólo de tres (23-20) con más de la segunda mitad aún por jugarse, las dudas crecieron. Sin embargo, este sábado era uno de esos días en que parece salirte todo, y Bidasoa nunca llegó a ir más allá de ahí.

De hecho, tras pedir tiempo muerto Cadenas y poner Semedo cogiendo su propio rechace el 27-22 a 10 para el final, llegó una jugada que podría haber apretado el encuentro, pero que acabó por sentenciarlo definitivamente.

Sufría una doble exclusión Ademar, que se veía obligado a jugar durante 1:47 con dos menos... pero acabaría ganándola. Porque fallaba Cavero el penalti que había supuesto la segunda, marcaba Santista a pase de Semedo y se iniciaba un parcial de 4-0 que llevaba el marcador hasta el 30-22, el cual se dispararía justo sobre la bocina hasta su máxima diferencia, los 9 goles del 34-25, que traen como regalo añadido el dejar prácticamente sentenciado el golaveraje ante un teórico rival directo en la pelea por las plazas europeas.
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