Ademar 31 - Sinfín 23: 'La victoria, lo mejor de un paripé'

El equipo leonés se lleva con claridad su partido ante el Sinfín, disputado con mascarillas por orden de la Junta de Castilla y León / Ghebdane y Semedo rompieron el marcador

Jorge Alonso
10/10/2020
 Actualizado a 10/10/2020
Un instante del partido entre Ademar y Sinfín. | SAÚL ARÉN
Un instante del partido entre Ademar y Sinfín. | SAÚL ARÉN
La pandemia está dejando imágenes que absolutamente nadie creyó que iba a ver nunca. A ese imaginario de anécdotas que a buen seguro en un futuro se recordarán, se le suma desde este sábado el primer partido de balonmano de la máxima categoría nacional disputado con mascarillas. Los protagonistas, el Abanca Ademar y el Liberbank Sinfín, obligados a hacerse tests para certificar su buen estado de salud e igualmente a jugar con protección por orden de la Junta de Castilla y León, que en el protocolo publicado este viernes en el Bocyl incluye esa norma en recintos cerrados incluso en categorías de ámbito nacional como la Asobal. En Europa, por ejemplo, no se aplica ese protocolo por lo que los partidos se podrán disputar normalmente. En la práctica, queda demostrado que nadie que haya dictado esa norma ha pisado jamás una pista, ya que la mascarilla aguantó en el lugar en el que debe de estar segundos. El resto del tiempo, entre la barbilla y el bigote como todo hacía imaginar. Al mismo tiempo, la Federación Española de Baloncesto autorizaba en Salamanca a jugar dos partidos sin mascarilla «porque su protocolo está por encima del regional». Un sinsentido.

Una imagen absolutamente surrealista que no le sentó del todo mal a un Abanca Ademar que, en lo meramente deportivo, no dio margen a la sorpresa y se llevó un triunfo que debía estar sí o sí en su casillero. Y eso que tardó más de lo esperado en dominar el encuentro, con un primer cuarto de hora en el que, quizás por las circunstancias, le costó entrar en el partido y fue siempre a remolque de Sinfín.

El Bocyl del viernes incluía la obligación de disputar partidos en recintos cerrados con mascarillaCon un sensacional Xavi Castro liderando el ataque cántabro, volvió a sufrir una vez más el Abanca Ademar en defensa, especialmente en el centro. Sin Piechowski, lesionado, volvió Cadenas a probar todas las combinaciones posibles incluyendo a Donlin en la ecuación, pero ninguna de ellas parecía dar resultado.

Así las cosas, solo se encontraba cómodo en el partido el equipo leonés cuando Slavic paraba y podía correr, con Gonzalo como estilete y un tanto de Jaime superado el minuto 15 dándole la primera ventaja del partido al equipo leonés (8-7).

En ese momento llegó la ventaja leonesa hasta los dos goles, pero una vez más cuando tenía la oportunidad de romper el partido el Ademar, las pérdidas o las malas decisiones igualaban la contienda. Sin embargo, a pesar del acierto del exademarista Ernesto en su entrada al partido, la casta de Gonzalo y el brazo de Semedo permitieron al Abanca Ademar irse al descanso con dos tantos de ventaja (14-12).

La primera exhibición de Ghebdane con la camiseta ademarista sustentó el contundente triunfo leonésSin embargo, necesitaba algo más el equipo leonés en la segunda mitad no solo ya para llevarse el triunfo, sino también para mejorar en sensaciones y una vez más el conjunto ademarista creció desde la portería. Si Dino Slavic había sido fundamental en los primeros triunfos de los ademaristas, en el Palacio y con media cara cubierta, Khalifa Ghebdane comenzó a confirmar las expectativas que sobre él había puestas.

El argelino dio una exhibición que le llevó hasta el 50% de acierto en la estadística final sumando asistencias e incluso un gol que permitió al Abanca Ademar terminar de romper el partido. Además, el buen hacer de Feuchtmann en el lateral zurdo (acabó con un 100% de acierto y 6 goles) con Gostovic prácticamente sin minutos, completó el desparpajo de Semedo en el lanzamiento exterior en uno de esos partidos que sirven para coger confianza, la que quizás le falte aún en defensa donde Cadenas tuvo que quitarle para evitar que viera la roja tras dos exclusiones.

En los visitantes, solo Ramiro Martínez y un excepcional Xavi Castro eran capaces de ver puerta y la ventaja a favor de los leoneses se ampliaba con el paso de los minutos llegando de hecho al máximo, los 8 goles, con la bocina final (31-23).

Un partido por tanto para coger confianza de cara a lo que viene, sin fecha aún para recuperar el partido ante Bidasoa y pensando ya en la vorágine de partidos que comenzará el próximo fin de semana en el Palacio ante Cangas, esperando propios y extraños que con alguien habiendo recapacitado y eliminando una norma estúpida que deje para siempre en anécdota el paripé vivido este sábado en León, donde sin duda lo mejor fue la victoria.
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