Abanca Ademar 23 - Nava 22: 'Bajando al barro para seguir en racha'

Las paradas de un sensacional Lamariano y un correoso Nava dejaron sin ideas el ataque de un Ademar al que la defensa y el contraataque rescataron para sumar su décimo triunfo

Jesús Coca Aguilera
08/11/2019
 Actualizado a 08/11/2019
Gonzalo se dispone a culminar un contraataque durante el encuentro de ayer en el Palacio. | SAÚL ARÉN
Gonzalo se dispone a culminar un contraataque durante el encuentro de ayer en el Palacio. | SAÚL ARÉN
Acostumbrados a brillar esta temporada, el Abanca Ademar demostró este viernes que también es capaz de ganar otro tipo de partidos. Esos en los que las cosas no salen, el ataque se atasca, el choque se aprieta más de lo esperado y debes bajar al barro para sacar adelante los puntos.

Supieron hacerlo los de Manolo Cadenas para alargar la racha, elevando a diez sus triunfos de forma consecutiva tras imponerse por la mínima (23-22) a un Nava que demostró en León el porqué se ha convertido en la revelación de la liga en este arranque.

Dando la sensación de equipo muy trabajado, frenó mejor que nadie hasta ahora el ataque ademarista, desactivando la conexión con el pivote que tanto daño está haciendo y obligándoles a recurrir a individualidades, y se basó sobre todo en el descomunal partido bajo palos de Yeray Lamariano, que rozó el 50% de paradas siendo varias de ellas a bocajarro, y en el juego con el pivote Ajo.

Con esa receta como guión, el conjunto ademarista vio cómo, hasta el minuto 40, el choque estaba en un pañuelo y nadie se había marchado por más de un gol; e incluso cuando parecía que por fin lo había roto, un nuevo y prolongado atasco permitió a su rival regresar al partido y dotarle de emoción hasta el último suspiro.

El 15-16 del minuto 39 fue la última vez que mandó el Nava. Hasta ahí nadie se había ido de más de 2 goles Máxima emoción para un choque con el aliciente del regreso de muchos ex en el conjunto visitante y con un par de vueltas, estas diferentes, también en los locales, donde reapareció dos meses después Mosic, aunque muy desacertado apenas duró unos minutos en pista, y lo hizo en el Palacio Fede Vieyra, si bien también durante escasos instantes en pista.

Nuevas fuerzas y viejas fortalezas en el Ademar, donde la clave volvió a estar en una nueva gran actuación bajo palos de Slavic; en el muro en el que Carou y Juanjo convirtieron el centro de la defensa permitiendo al equipo correr; y en los arranques de inspiración y talento en ataque tanto de David Fernández (que tras una mala primera parte se echó el equipo a sus espaldas en la segunda) como de Tin Lucin (quizá demasiado precipitado en ocasiones pero siempre valiente y desatascador).

Ellos acabaron resolviendo un partido que, en sus primeros 15 minutos, parecía un regreso a 2015. Dani Gordo, el más homenajeado en la presentación, en un banquillo del Palacio; Carrillo, que empezó como un tiro aunque luego no volvió a marcar más, llevando con el 6-6 la mitad de los tantos de su equipo; y Gonzalo Carou uniendo a su habitual recital atrás el llegar el primero para culminar un contraataque.

Un parcial de 4-0, iniciado en una inferioridad, permitió abrir brecha al Ademar, que iba 4 arriba a 8’ para el final Una versión nostálgica de un Ademar que pese a todo mostraba su versión más gris de las últimas semanas y se iba al descanso con una mínima ventaja (12-11). Sin Pedro Martínez, que sólo salió para defender en una superioridad pues su tobillo sigue renqueante, Jaime Fernández fue de nuevo el encargado de llevar la batuta desde el centro, alternando grandes pases y pérdidas, pero aún así mejorando a un Feutchmann que no tuvo su mejor día.

Así, con esos argumentos, se llegaba a un momento clave, el 15-16 con el que el Nava mandaría por última vez en el minuto 39. Porque ahí, cuando el partido podía habérsele complicado a los leoneses pues sufrían una exclusión, surgían sus mejores momentos.

No sólo no encajaron ningún gol en la inferioridad, sino que provocaron dos pérdidas del Nava e iniciaron un parcial que llegó a ser de 4-0, dándoles por primera vez tres goles de renta (19-16).

Era el momento de romper definitivamente, pues al Nava parecía habérsele agotado la gasolina y las ideas en ataque, pero faltó acierto en lanzamientos claros para hacerlo. Gonzalo, solo desde el extremo, se topaba en dos ocasiones seguidas contra Yeray. Juanjo Fernández, genial atrás, fallaba un contraataque solo ante el portero. Y pese a todo, con dos golazos de Lucin y David, los leoneses se iban por primera vez cuatro arriba (23-19) a falta de ocho minutos para el final.

El Ademar no marcó ningún gol en los últimos 8 minutos, pero cuando el Nava se puso a 1 sólo restaban 6 segundos Sin embargo, ya no volverían a marcar gol. Penaltis, contraataques, tiros a bocajarro en seis metros, otros desde el extremo... todo lo que le llegaba a Yeray Lamariano lo paraba y al Nava, que con dos goles seguidos de Adrián Rosales se había puesto a sólo dos (23-21), se le aparecía una oportunidad de oro.

Pero Slavic y la defensa no se la dejaron aprovechar. Un par de paradas del croata, un blocaje de Carou y un robo de Juanjo secaban a los segovianos, que cuando se pondrían a uno (23-22) sería ya a falta de seis segundos, sin tiempo material para culminar la remontada.

La victoria, la décima seguida, se quedaba en León. Una muestra de solidez antes de encarar tres salidas seguidas, entre liga y Europa, que marcarán el nivel real de este Ademar.
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