A salir del nubarrón

ESPECIAL LUCHA LEONESA | Después de un convulso año 2019 y un 2020 en blanco la nueva temporada se presenta como una ocasión para afrontar una nueva era

Fulgencio Fernández
22/07/2021
 Actualizado a 25/07/2021
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Los titulares de trazo grueso de los dos últimos años nos sirven para saber dónde estamos en la actualidad o qué futuro afronta la lucha leonesa en este momento en el que, por cierto, la clase política parece haber puesto la mirada sobre este deporte autóctono leonés que, no se nos olvide, uno de sus grandes activos es precisamente ése, su nombre que es una definición: deporte autóctono leonés, las tres palabras juntas, cada una por separado no tiene significado.

El año 2019 parece ya lejano pero había sido un año convulso, la lucha leonesa venía de un proceso electoral largo y que había dejado numerosas cicatrices. Se habló y se escribió más de denuncias cruzadas que de corros de lucha. Se habló y se escribió más de descalificaciones que de cadriladas y cuando finalmente ya hubo una Junta Directiva, la presidida por Ángel Rivero, ya estaba la Liga de Verano —el gran escaparate de este deporte— a la vuelta de la esquina y debieron ir solventado situaciones según se presentaban. La competición salió adelante, los nuevos gestores fueron incorporando algunas de las ideas con las que llegaron a este deporte pero fiaban todo a la siguiente temporada, con tiempo para trabajar y prepararla...

Después de un año 19 convulso y un 2020 ‘en blanco’ la lucha necesita arrancar con bríoPero la siguiente temporada no existió. La mejor definición de ese tiempo no viene de la lucha sino de la vida, fue un año en blanco, perdido en el ámbito deportivo, sin una sola competición, sin un solo corro. Ese Campeonato Provincial, por ejemplo, del que siempre se decía aquello de que «sólo faltó a su cita con motivo de la Guerra Civil» volvió a faltar a su cita, por la pandemia, para que entendamos la magnitud de lo sucedido.

Si hay que buscarle una cara positiva a este año, bueno es hacerlo siempre, ésta sería que se fueron calmando las aguas, los enfrentamientos y se atemperó la situación.
El equipo de Rivero fio este año ‘en blanco’ a otra tarea alejada de los corros de lucha, lograr una Federación de Lucha Leonesa que le diera independencia y acabara con un extraño limbo legal en el que había vivido este deporte, que siempre se definía con un trabalenguas para explicar el galimatías legal: «Donde está  no figura para nada y donde figura no está».

Sí se han dado pasos en este campo. Hasta el punto que este mismo fin de semana, si la pandemia no dicta nada en contra, los responsables de la Consejería de Cultura y Deportes y hasta la Vicepresidencia del Ejecutivo acudirán a León —concretamente hasta el Corro de Alcaldes que organiza el Ayuntamiento de Valdefresno— con los nuevos estatutos de este naciente Federación bajo el brazo, para mostrarlos ante las gentes de la lucha.

Ya existe, ya se ha legalizado asimismo, el nuevo logo de la Federación de Lucha Leonesa y coincide, a su vez, con el día que los cupones del sorteo de la ONCE llevan la imagen de un combate de lucha leonesa, concretamente entre dos grandes de este deporte, Clemente Fuertes, El Junco de Tendal, y Tomás González Sierra, Tomasuco de La Vecilla.

Por cierto, ahora que nuestros políticos parecen haber vuelto la mirada hacia la lucha leonesa bueno será que les recuerden que no puede volver a ser flor de un día. Sería imperdonable.
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