33 años sin que retumbe una cacha en la Iglesia

La última Pastorada en Villaquejida se representó en el año 1985 pero hartos de recordarla, los vecinos se han dispuesto a recuperarla y ya la ensayan con Isaac, veterano en el arte de guiar al ‘rebaño’ de actores

Teresa Giganto
16/12/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Buena parte de los que participan en la Pastorada son o bien pastores, o hijos y nietos de ellos aunque no faltan incondicionales a recuperar la tradición. | T.G.
Buena parte de los que participan en la Pastorada son o bien pastores, o hijos y nietos de ellos aunque no faltan incondicionales a recuperar la tradición. | T.G.
Por las tardes es habitual encontrarse por Villaquejida con alguna que otra cuadrilla que sale a dar un paseo. Son mayoritariamente mujeres que caminan a buen ritmo para mantenerse en forma mientras echan una parlada sobre esto o aquello. Y entre los temas que salen en la conversación se cuela a menudo la nostalgia. «¿Te acuerdas cuando se hacía...?» Y en esos recuerdos, en un paseo de hace un año apareció la idea de recuperar la Pastorada de Navidad. El recorrido acabó entonces en casa de Isaac, hasta donde se acercaron Manolita y Estefanía. Si se recuperaba esta tradición que calculaban que llevaba más de 30 años sin hacerse, él no podía faltar y tampoco podía negarse a ello. Y así fue.

Un año después ya tienen los papeles repartidos, los textos aprendidos y solo quedan por pulir los detalles. Isaac Fernández Combarros es el encargado de guiar los ensayos, en los que están estos días afanados con la vista puesta en la representación final. Fue él también quien lo hizo allá por 1985, cuando interpretaron por última vez la Pastorada en Villaquejida. «Ha cambiado todo mucho, y la gente sobre todo, que ahora dan más guerra», dice Isaac sonriendo poco antes de abrir el guión para ponerse manos a la obra. Amadeo interpreta a Ramadán, «a mis 74 años», el papel principal junto al de Juan Lorenzo, del que hace el joven David. Este es el nieto de Victoriano Castro, y no es el único que se ha prestado a participar en la Pastorada ya que junto a él están Luis y Lidia. El abuelo de estos era quien antaño echaba un cable a Isaac con los menesteres de la interpretación pastoril y la ilusión que les hace andar tras los pasos de su abuelo es el principal motivo para haberse animado.

También está muy ilusionada Maribel ya que ella participó en la de 1978 cuando tan solo tenía 18 años. «Y no se me olvidará en la vida, por eso es tan importante que los jóvenes se animan ahora a hacerlo porque es un recuerdo muy bonito », dice emocionada.

La ilusión la comparten con el resto de personas que se han animado a recuperar esta tradición y entre las que hay muchas relacionada  con la profesión del pastoreo. Pastores, hijos de pastores, nietos de pastores... Este es precisamente el oficio con el que se vincula esta representación navideña ya que eran ellos los que la interpretaban y en su actividad se basa toda la obra de modo que esta la forman 10 zagales, 8 pastores, el ángel, la Virgen María, San José y el niño. Aunque en vez de Jesús, se llama Lola ya que es de las últimas vecinas en nacer en el pueblo y con los tiempos que corren no andan los censos sobrados de tan pequeños intérpretes.

«En aquella época no era difícil encontrar gente dispuesta a participar en la representación. Salvo el coro de mozas, que solían ser las que mejor cantaban del pueblo, los demás actores eran pastores; representaban, por tanto, su propio oficio», explica Feliciano Martínez. Entre el elenco de personajes también está el ángel, que era representado por un niño de bonita voz y se colocaba en el camerino del altar mayor. Cuando aparecía, vestido de blanco, se apagaban las luces, y él mismo iluminaba su figura con una linterna. No faltará tampoco este año en Villaquejida, con la pequeña Alexia como la actriz más benjamina del grupo y la que hace honor al papel que interpreta con su voz angelical. No necesita que Isaac le replique nada. No así como al resto, a quienes reclama algo de sosiego cuando hablan. «Más despacio, hombre, más despacio», insiste él, que recuerda la entonación medida de cada frase y se fija hasta en el mínimo detalle demostrando que a sus más de 80, los 33 años que lleva la Pastorada sin hacerse no son nada.

El texto de la Pastorada, que guarda Isaac de su puño y letra como oro en paño, fue incluido en la recopilación de cantos populares religiosos de tradición oral realizada por Miguel Manzano: ‘Cancionero Leonés. Volumen Tercero. Tomo I’ (1991). Este llegó a Villaquejida de la mano de la maestra doña Manuela Gallego Gorgojo a finales de los años cuarenta del siglo pasado, habiéndolo aprendido ella previamente en alguno de los pueblos donde había estado ejerciendo. Isaac recuerda que «la Pastorada no se hacía todos los años, solo cuando un pastor ofrecía por cualquier especial circunstancia una cordera que donaba y que solía llevar a cuestas «ricamente adornada». El vestuario de los pastores era y será el típico del oficio: zamarra, zamarrín, zahón, zancos de madera, zurrón y cacha. Las mozas en cambio solían vestir al estilo tradicional, con largas faldas y pañuelo en la cabeza.

Así se prepararán el próximo día 23 de diciembre para representar la Pastorada en la iglesia de Villaquejida a las 22:00 horas. Será entonces cuando por primera vez después de 33 años vuelvan a retumbar las cachas de los pastores en el templo para avisar de que en Villaquejida no se olvidan de donde vienen. «Apártense los señores, déjennos libre el sendero para pasar los pastores sin desperdiciar el tiempo. Que esta noche...»
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