25 años viviendo con el 'Rafa no me jodas'

Rafa Guerrero era un linier más hasta que aquel 29 de septiembre de 1996, ahora hace 25 años, levantó el banderín con insistencia en un partido entre el Zaragoza y el Barça para decirle al árbitro, Mejuto González, el famoso "penalti y expulsión"; entonces el colegiado asturiano debería haber dicho aquello de "Rafa no me jodas" –que parece que no fue exactamente ésa la frase– que hizo del leonés el personaje más mediático de todos el colectivo arbitral

Fulgencio Fernández
03/10/2021
 Actualizado a 03/10/2021
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Hizo esta semana 25 años. Se jugaba un Zaragoza-Barcelona, con marcador favorable a los maños por 3-2, un partido vibrante. Hay una jugada sobre la portería aragonesa, atrapa el portero y va a sacar cuando el leonés Rafa Guerrero, linier —árbitro asistente— del encuentro levanta el banderín con gestos ostensibles de que algo había visto. Y algo grave se supo pronto pues al acercarse el colegiado, Mejuto González, las cámaras que retransmitían captaron con claridad la famosa frase del leonés: «Penalti y expulsión».

«Penalti y expulsión» fue la primera frase que quedó para la historia. Se repetía en todos los campos cada vez que caía un jugador, aunque fuera claro que no había ocurrido nada: «Penalti y expulsión», grita la grada.

Primera secuencia.

En la segunda Mejuto González dialoga con Rafa Guerrero incrédulo, no parece tener nada claro que haya ocurridonada tan grave como para pitar la pena máxima y expulsar a un jugador del campo. Las cámaras vuelven a captar el diálogo entre árbitro y asistente.

— Vaya, joder Rafa. Cago en mi madre. ¿Y expulsión de quién?
- Del número 6; dice Guerrero.
- ¿Y es expulsión y penalti?; insiste.
- Sí. Vuelve a decir convencido el leonés, que le explica que el 6 había agredido al culé Fernando Couto.

Y Mejuto ‘ejecuta’. El 6 era Xavi Aguado, que no se acaba de creer su expulsión. El Zaragoza acaba perdiendo 3-5 y el revuelo en los medios es de los que hacen época; con el Madrid de daño colateral.

Como se ve lo de «Rafa no me jodas» nunca se dijo de manera textual pero se convirtió en el resumen de la segunda secuencia para la historia.

Al margen de los análisis de la jugada lo que ocurrió es que sí hubo un error ‘de bulto’, la agresión había sido de Chucho Solana, de ahí la incredulidad de Aguado. Y a Rafa le cayó ‘la del pulpo’, amenazas, una persecución en toda regla, reportajes en los que se recordaba que había expulsado en León a su propio padre... un calvario. «Pensé en dejarlo, no podía más, pero mí pasión por el fútbol y el arbitraje fue superior. Y me alegro». De todas las historias dice que de lo único que se arrepiente fue de haber expulsado a su padre, que lo de Aguado fue un error pero hubo «penalti y expulsión» previo al «no me jodas».

Pasó la tormenta y nació un mediático Rafa. Colaborador de Marca, El Chiringuito de Pedrerol y otros medios, organizador de partidos benéficos con sus amigos (Bustamante...).

En fin, 25 años viviendo con el «Rafa no me jodas» a cuestas y en su trabajo de siempre, de bedel en el Trepalio.
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