20 años no son nada

El 26 de marzo de 2001, a las 11:30 horas en el Hotel Temple de Ponferrada, una joven rodeada de periodistas y totalmente demacrada, denunció públicamente al entonces alcalde de la ciudad, Ismael Álvarez, por acoso sexual

Mujeres por la igualdad
18/04/2021
 Actualizado a 18/04/2021
Un gran mural intenta pedir perdón a Nevenka por la falta de apoyo social que sufrió en su momento. | ICAL
Un gran mural intenta pedir perdón a Nevenka por la falta de apoyo social que sufrió en su momento. | ICAL
Uuuaaauuu! era la exclamación de una parte de la ciudadanía, otra parte enmudeció y otra parte se enfureció, entre los que se encontraba el propio Ismael Álvarez y sus concejales y concejalas en el Ayuntamiento de Ponferrada.

Hace 20 años Nevenka Fernández fue acosada sexualmente, era concejala y compañera de muchos hombres y mujeres que formaban parte del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ponferrada. No tuvo apoyos de la mayor parte de esas personas, la dejaron sola. Y algunas de las que la ayudaron, tuvieron que oír comentarios como: ¿os dais cuenta de que estáis apoyando a una putita? Muy pocas personas estuvieron a la altura.

El mayor apoyo que tuvo le llegó de la mano de una concejala del partido en la oposición, pero no muchos más.
Eso demuestra el poder que este personaje ejercía sobrelas mujeres, que no aceptaba un no por respuesta, prototipo de machista y acosador que le estimula tanto el podercomo el sexo.

Un acosadormarca muy bien su territorio y deja claro que él es el jefe de la manada, lo que sintiera Nevenka le importaba poco, se aferra al mito de que si dices no, quiere decir sí.

Pues bien, hubo manifestaciones en la ciudad y vergonzosamente, salieron a la calle a apoyar a Ismael Álvarez alrededor de 3.000 personas que culpaban a la víctima. Salieron con pancartas que decían «gracias Ismael» o «gestión digna» y gritando consignas en su favor.

Enapoyo a Nevenka Fernández salieron a la calle unas 300 personas, con el lemas en las pancartas como: «No al acoso sexual. Ninguna mujer sola frente a las agresiones».

¿Qué ha cambiado en estos 20 años en la sociedad de Ponferrada? pues nos atrevemos a decir que bastante poco, a juzgar por los acontecimientos que se han ido sucediendo a lo largo de los años y que se han visto públicamente.

Son las diez de la mañana del día 12 de diciembre de 2017, en Aranda de Duero ha estallado el caso Arandina: tres jugadores del primer equipo de fútbol, han sido detenidos por un supuesto caso de abusos sexuales sobre una menor de edad.

Estos individuos llevan a un apartamento a una niña de 15 años y la violan los tres, uno de ellos es de Ponferrada. Pues bien, hubo la misma reacción que en el ‘caso Ismael Álvarez’, culpan a la víctima y defienden a los violadores.

Unas 50 personas se manifiestan en Ponferrada pidiendo una «justicia justa» para los tres exjugadores de la Arandina acusados de cometer un delito sexual, al grito de «no son culpables».

Y alrededor de 100 personas se manifestaron en la plaza de Santa Bárbara de Bembibre en apoyo a los exjugadores de la Arandina y en contra de la sentencia y de la víctima.

Así es la ideología patriarcal que está en la sociedad, que menosprecia a las mujeres, considerándonos inferiores.

Y seguimos con ejemplos, cuando el concejal del Ayuntamiento de Ponferrada, Pedro Muñoz, agredió a su mujer cuyos datos fueron «traumatismo cranoencefálico severo, lesiones en el plano anterior, pecho, y posterior, espalda, de distinta gravedad y tipología, hematomas y entumecimiento en varios puntos de la cara, entre el ojo y la mejilla, hematomas y escoriaciones en codos, antebrazos, en los dedos por presión, rodilla derecha, en la parte anterior de las piernas, en la cara externa de los tobillos y el empeine».

Otra vez se duda de la víctima, se apoya al agresor, se implica a la familia de la víctima para detener los apoyos y protestas y ¿esto es lo que ha cambiado esta sociedad después de 20 años? En Ponferrada seguimos con una sociedad machista, individualista, una sociedad de derechas, caciquil, y una izquierda dividida y ausente de los problemas que afectan a la ciudanía y en particular a las mujeres.

Seguimos viviendo en una sociedad machista, donde en casos como el de Nevenka, lo primero que se hace es culpar a la víctima, no se cree en ella, hay que demostrar cosas que al producirse en la intimidad, son difíciles de demostrar y, como dice Ismael Álvarez en la entrevista de RTVCYL: «No encontré el Juez adecuado» pues menos mal, porque lo que sí encontraste fue un fiscal que parecía el defensor del acusado.

La ciudadanía de Ponferrada ha avanzado poco o muy poco en cuanto a la violencia machista, da lo mismo a qué clase social pertenezcan las mujeres víctimas de esta violencia; si son de clase «alta», son culpables porque «lo tienen todo» y si no salen de esa relación es porque les va bien. Si son de clase «media», son culpables porque sus maridos, parejas, novios, etc.. son muy buenas personas y muy trabajadores y si son de clase «baja» son culpables porque sí.

En muchas ocasiones, se justifica al agresor porque estaba borracho, drogado, llegó muy cansado a casa, los celos, etc.. Pues bien, esto no justifica jamás una agresión, los agresores son malas personas, son violentos y creen tener todo el poder sobre las mujeres. Por lo que es injustificable hacer una manifestación en apoyo a los agresores.
Hay que erradicar la violencia hacia la mujer que sufre agresiones, tanto físicas o psicológicas, porque aunque la identifique, no se ve con fuerzas para tomar medidas o para separarse de esa relación tóxica. Así que tenemos que concienciar al entorno para que ayude a esas mujeres a salir de ahí.

Tenemos que luchar contra esta lacra desde todos los frentes, las mujeres organizándonos, apoyándonos, respetándonos y creando conciencia de igualdad y respeto atodas las personas. Tenemos que seguir denunciando y apoyando a las víctimas, y en esto no hay duda que estamos de acuerdo.
También las administraciones tienen que tomárselo en serio, colaborar en esta tarea,dedicar más medios económicos y humanos para crear conciencia de igualdad en la ciudadanía, están obligados a hacerlo, y se lo vamos a exigir.

La «Percepción social de la Violencia Sexual», demuestra que es muy necesario cambiar la percepción y la necesidad de la educación en temas de violencia de género, si no logramos cambiar esto, no avanzaremos nada y seguiremos culpando a las víctimas, seguiremos sin ver que una mujer agredida, violada, acosada, sufre un auténtico calvario y necesita nuestro apoyo, nuestra comprensión.

Desde aquí hacemos un llamamiento a la ciudadanía de Ponferrada, para que se conciencie de que una mujer agredida necesita apoyo, no culpabilidad, por muy poderoso que sea al agresor, más poderosa es la unión de personas en apoyo a estas mujeres.
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