1983: ‘León sólo’ y la huelga de hambre de Juan Morano

Fue el año de las primeras elecciones autonómicas / En el Ayuntamiento de León gobiernan Indendientes con AP

I. Herrera
10/05/2015
 Actualizado a 19/09/2019
Los trabajadores del matadero municipal afincados en el salón de plenos como protesta a la que Morano contribuyó con una huelga de hambre. | MAURICIO PEÑA
Los trabajadores del matadero municipal afincados en el salón de plenos como protesta a la que Morano contribuyó con una huelga de hambre. | MAURICIO PEÑA
«Hicimos una candidatura independiente, sin un duro, pero con mucha ilusión. Recogimos las 500 firmas que necesitábamos para presentarnos y ganamos en León cuando el PSOE estaba en alza en España, Felipe González había barrido en las generales». Inés Prada iniciaba aquel año su andadura en política y, a partir de ahí, estuvo cinco legislaturas como concejala (pasó por las áreas de Consumo, de Cultura y de Mujer). Iba en la lista de Juan Morano, que revalidó como alcalde con el apoyo de la Alianza Popular de José María Suárez pues PSOE e Independientes habían empatado a 11 concejales. AP les aportó cinco.

El coche para ir a hacer campaña lo poníamos nosotros, le poníamos una bocina y un altavoz y a recorrer las calles Inés Prada acababa de dar a luz a su tercera hija, pero aquello no le impidió entregarse por entero a la campaña, una etapa que recuerda como emocionante, «el coche para ir a hacer campaña lo poníamos nosotros, yo recuerdo concretamente que entonces tenía uno que había traído de Canarias, le poníamos una bocina y un altavoz y a recorrer las calles. Íbamos por los barrios, por los comercios, todo lo hacíamos nosotros, hasta pegar los carteles».

Fue una legislatura en la que escaseaban los fondos, según recuerda la que luego fuera concejala por el PP, partido al que continúa afiliada y en el que preside el colectivo Mujeres en Igualdad. «Teníamos a la Junta de Castilla yLeón –recién estrenada– y al Gobierno central en contra, eran de otro color político. Fue el mandato de ‘León sólo’, ése fue el lema», rememora.

Así, sin dinero, abogaron por hacer todo lo que podían con las brigadas municipales, según narra. «Era una política de vocación, todos –gobierno y oposición– estábamos allí porque entendíamos la política como un servicio al ciudadano. No cobrábamos más que por asistencia a plenos y comisiones. Era muy bonito, yo ahora veo lo que hay y lo veo todo tan mercantilizado...».
Se aferraban a la insistencia. Cuenta Prada que ella se pasó doce años yendo a Madrid a pedir dinero para sacar adelante el Auditorio muncipal. Persistencia... e imaginación para suplir la falta de dinero. «Era una política más participativa, más de calle, y había muy buen ambiente entre los políticos de los distintos grupos; nos ‘pegábamos’ en los plenos, pero luego nos íbamos de vinos todos juntos», cuenta. 4 de mayo de 198435.000 personas según los periódicos, 90.000 según las cifras que ofrecía la Policía Local. La manifestación pro-autonomía leonesa constituye todo un hito en la historia de León, aunque no vio resultados. ‘León sólo’ fue el lema que inundó las calles en una manifestación convocada por el alcalde de ese año, 1984, Juan Morano, con el apoyo de Alianza Popular, el Partido Regionalista del País Leonés, Prepal, Partido de Acción Socialista, Juventudes Leonesistas, Centro Democrático Liberal, el Grupo Autonómico Leónes e Izquierda Republicana. 90.000 personas según la Policía Local salieron a la calleel 4 de mayo de 1984 para reclamar la autonomía leonesa tras el estatuto Acababa de aprobarse el estatuto de autonomía. Ese año 1983 se habían celebrado las primeras elecciones autonómicas. El candidato del PSOE al Ayuntamiento, repetía otra vez Pérez de Lera, recuerda Manuela García Murias, una histórica del PSOE que era por entonces senadora, también iba en las listas a las Cortes. En aquellas municipales el PSOE volvía a empatar a concejales con UCD, pero la desaparición de la escena política del PC y la irrupción con fuerza de Alianza Popular (AP) les dejaron sin opciones para gobernar. Murias fue una de las ponentes del estatuto en el año 83, una comunidad que ahora se cuestiona en su partido, reconoce, «pero que entonces apoyamos sin fisuras». En el municipio de León en el PSOE seguía Barthe, estaba Esther Santás, empezó su andadura Ángel Villalba... Y estaba también Cristina Gil, que regresa de nuevo a la política municipal como integrante de la candidatura de José Antonio Diez, apunta García Murias. Sobre las formas de hacer política de entonces se muestra muy de acuerdo con la opinión que manifestaba otra de las protagonistas de aquellos años, Inés Prada, y reitera que era una política de ideales en la que todos los que llegaban a ella tenían una profesión, un trabajo al que volver.
Considera esta histórica socialista que ya de aquella existía la ambición en el mundo de la política, «pero era una ambición legítima y sana», lo dice hablando de su propio partido, «había discrepancias a la hora de las elecciones internas, pero luego estábamos todos como una piña». Lo de tener un trabajo al que regresar tras una etapa en política entiende que es fundamental y que explica (no justifica) los «navajazos» que se ven hoy por hoy.

Se guerreaba en los plenos, insiste, pero luego la relación entre unos y otros, fueran del partido que fueran, «era excelente». Los vinos tras las batallas dialécticas en las instituciones también están entre sus recuerdos.

Huelga de hambre


Fue también la legislatura en la que Juan Morano, como alcalde de León, decidió ponerse en huelga de hambre junto a los trabajadores del matadero municipal. Once días de encierro en la Casa Consistorial que terminó con el abandono de la protesta por prescripción médica.

Estaban en contra de la «terca actitud de la Junta (de cerrar el matadero municipal) que ha impedido ningún tipo de acuerdo, que se ha intentado reiteradamente y sin resultado positivo desde este Ayuntamiento», rezaba en el comunicado difundido por el equipo de Gobierno de entonces tras la evacuación de los manifestantes, el alcalde y 23 trabajadores.
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