13 países tachados y la pasión por jugar intacta

El leonés Galán repasa sus historias en 13 ligas distintas tras poner fin a su tercera campaña en Canadá, donde ha tenido su estancia más larga desde juveniles y ha empezado a entrenar

Jesús Coca Aguilera
08/12/2021
 Actualizado a 08/12/2021
El leonés José Pedrosa Galán, con las camisetas de todos los equipos en los que ha militado a lo largo de su carrera. | SAÚL ARÉN
El leonés José Pedrosa Galán, con las camisetas de todos los equipos en los que ha militado a lo largo de su carrera. | SAÚL ARÉN
Encontrar más de un año seguido al leonés José Pedrosa Galán en un mismo destino parecía casi una quimera. Lo ha conseguido Canadá, concretamente el Valour, donde acaba de terminar su tercera temporada, siendo su estancia más larga de que siendo un niño se fue a la cantera del Almería.

Tailandia, dos capítulos en Indonesia, Austria, Jordania, Chipre, Rumanía, Finlandia, Andorra, Hong Kong, Catar y Arabia Saudí, con un par de paradas en su España por el medio forman el increíble viaje del futbolista español que ha jugado en más países diferentes... y que apunta a seguir agrandando la lista y sumando nuevas experiencias.

Con 13 países tachados y la pasión por jugar intacta está Galán, que tras más de un año sin vacaciones, pues durante el último parón en Canadá se vino cedido a España al Villarrobledo, disfruta de unas merecidas vacaciones en su tierra natal antes de decidir cuál será su próximo destino.

«Hay clubes que sólo miran la edad, pero no lo es todo. Los años de Canadá fueron de los de mejor nivel de mi carrera» Seguir en tierras canadienses no está descartado. India, Túnez, Malta o Italia se presentan ya como posibles opciones con ofertas en firme sobre la mesa. Pero lo único claro es que seguirá jugando, porque aunque en el Valour ha empezado a entrenar y ha descubierto que esa faceta también le encanta, teniendo incluso propuestas para colgar las botas y dedicarse a ella, sus 35 años son sólo una cifra y él se siente en uno de sus mejores momentos, por lo que tiene claro que seguirá jugando.

«Me veo bien, mis compañeros me dan fuerza, que soy el más mayor pero me dicen que parece que tengo 27, en los test físicos suelo estar entre los dos o tres mejores, me ponen el GPS y soy de los que más corro.... Noto que hay clubes o agentes que miran la edad y nada más, pero no lo es todo,estos años en Canadá han sido de los que mejor nivel de fútbol de mi carrera he tenido a pesar de firmar ya con 33», explica el futbolista leonés, que por todo ello tiene claro que «mientras esté motivado y el cuerpo me siga respondiendo bien quiero seguir jugando y aprovechar al menos un par de años más, entre otras cosas porque me encanta, es que llego a León y tenía mono y me fui a entrenar un día con La Bañeza, vuelvo ahora a Canadá y en los parones organizo pachangas con los compañeros que están ahí, si es que soy un enfermo...».

«Pensé que no me gustaría entrenar, pero me encanta. Quiero ir dando mis pinitos pero sin dejar de jugar» Y eso que, sin abandonar el fútbol, los banquillos parecen ser cuando se retire un destino que no se imaginaba hace sólo un par de años. «Pensaba que no me iba a gustar, cuando conocí a Xavi en Catar que hablé mucho con esto de él se lo dije, pero resulta que me encanta, sobre todo en esas edades de 14 a 18 años que son de formación pero ya puedes ir metiendo cosas tácticas... Estoy dando este paso en Canadá, donde entreno a un sub’16 y voy a organizar ahora mi primer campus para niños, además la gente lo está valorando y hay muchos clubes que quieren que les ayude con el fútbol base».

Ha llamado la atención y no sólo para entrenar a chavales, sino que ya tuvo «alguna oferta para ser segundo de algunos entrenadores que he tenido, pero quiero ir paso a paso, e ir dando mis pinitos pero sin dejar de jugar».

India, Túnez, Malta o Italia, posibles nuevos destinos. "A nivel futbolístico me queda una espina, pero a nivel experiencia no cambio nada de mi carrera" Será el nuevo capítulo de esa aventura en la que convirtió muy pronto el mundo del fútbol, quizá mirándolo ahora con la perspectiva del tiempo antes de lo que hubiera querido, pero sabiendo que eso le ha permitido vivir experiencias que muy pocos tienen: «Quizá de lo que me arrepiento es de cuando me fui por primera vez a Tailandia, de no haberme quedado en Europa que creo que tenía fútbol para haber jugado a más nivel, pero también es cierto que los años allí me abrieron muchas puertas y sin ellos no habría tenido esta carrera. Así que a nivel futbolístico me queda esa espina de no estar en ligas más reconocidas, pero a nivel experiencia no cambio nada de mi carrera».

Porque 13 países distintos dan para mucho. Aventuras, anécdotas y experiencias. Buenos y malos momentos. Historias que pocos pueden contar.

Chainat en Tailandia, la primera experiencia

El Chainat tailandés supuso su primera experiencia en el extranjero, se fue en 2012. «Fue el mayor cambio, te das cuenta de que el futbol profesional es adaptarte, estaba acostumbrado a ver todo muy profesionalizado en las canteras del Atlético, la Cultural o el Almería, y aquí era otra filosofía. Había más nivel del que esperaba, me sirvió para ver que España no es el ombligo del mundo, que hay mucha gente buena fuera».Entre las anécdotas, que «una vez perdimos un partido por goleada y estuvimos una semana entera entrenando sin tocar balón, en plan como castigo, íbamos a correr y venía detrás el presidente en un coche con un altavoz».

Indonesia, el único país en el que ha repetido

De Talilandia se fue al Pro Duta en 2012 y en 2016 regresó para militar en el Persela, siendo Indonesia el único país en el que ha repetido. De ahí se queda como anécdota con que «los jugadores fueran a brujos en vez de a fisios, yo tuve una lesión y me mandaba a uno el propio club», pero sobre todo resalta «la cantidad de público que había, llegué a jugar con 86.000 espectadores y se llenaban los estadios, eran de 20.000, 30.000 o 40.000 y estaban a reventar. Es que llegabas con el bus al campo y había miles de personas esperándote, me enganchó cómo se vivía allí el fútbol».

St Pölten en Austria, histórica final de la Copa

Tras su paso por Asia, el jugador leonés volvió a Europa para jugar en la segunda división austriaca con el St Pölten, que con Galán en sus filas disputó una histórica final de la Copa frente al Salzburg, eliminando a tres equipos de la máxima categoría y clasificándose para la Europea League. «No fue el mejor año en el apartado individual porque no fue el que más minutos tuve, pero fue excepcional a nivel colectivo. Venía de una lesión pero llegué muy bien físicamente a una prueba y me cogieron, y jugar la final de Copa fue algo increíble».

Al Shabab en Jordania, el fútbol más duro

En 2015 Galán se fue a Jordania para jugar en el Al Shabab. «A nivel cultural y de país fue el que más me gustó», apunta Galán, que sobre su tipo de juego resalta cómo «es el más duro, de barro y aguerrido que me he encontrado. Me sirvió mucho para mejorar esa faceta defensiva de ir a la pelea y la disputa, en definitiva para crecer en el otro fútbol». Además cumplió objetivos, puesto que «era un equipo histórico pero estaba en descenso, nos ficharon a tres españoles y nos salvamos en las últimas jornadas».

Aris Limassol en Chipre, marcado por los impagos


De Jordania volvió a Europa en 2016, enrolándose en el Aris Limassol chipriota, donde los problemas económicos marcaron su etapa. «A nivel deportivo me gustó mucho, había un gran número de españoles , la liga tenía nivel con bastantes jugadores contrastados y es una isla en la que se vive muy bien, pero tuve la mala suerte de tener impagos y de estar meses sin cobrar, además de tener un presidente... digamos particular, una vez tras perder tres partidos seguidos entró al vestuario y dijo que íbamos a cobrar un 30% menos».

Ceahlaul en Rumanía, ni un euro pero nuevo puesto

Venía de problemas para cobrar en Chipre pero aún peor fue en ese aspecto Rumanía, donde fichó por el Ceahlaul. «Estábamos ocho españoles, jugué 12 partidos y no llegué a cobrar ni un euro», señala un Galán que se queda con «un entrenador italiano, Stefano Maccoppi, que ha sido de los que más confió en mí, fue exagerado. Jugábamos con un 4-3-3 y digamos que hacía de Busquets, de pivote único, él decía siempre: ¡balón a Galán! Ahí empecé de medio defensivo, que es donde he jugado luego en Canadá, y di 4 asistencias».

Rovaniemi en Finlandia, una liga sorprendente

De Rumanía se fue a su segunda etapa en Indonesia y de ahí, en verano de 2016, a la liga finlandesa. «Me recomendó un portero, Reguero, con el que había ido a probar a Tailandia, y tras ver vídeos les convencí. Me sorprendió la liga, varios de los jugadores con los que jugué están en la selección finlandesa o en ligas como Holanda o Francia, era un fútbol físico pero bastante combinativo, mucho más de lo que esperaba, nada de patadón para adelante. Fue corto pero intenso, el club fue muy serio y me gustó el país, descubrí las auroras boreales que ahora estoy obsesionado con ellas, y viví en la ciudad de Santa Claus».

Santa Coloma en Andorra, aventura de un partido

Su aventura más efímera tuvo lugar en el verano de 2017, cuando fichó por el Santa Coloma de Andorra para jugar la previa de la Champions League, pero sólo pudo jugar un partido ya que cayeron eliminados en la primera ronda y además en la ida no llegaron a tiempo los papeles para que estuviera. «Me gustó el país aunque estuviera mes y medio y me encontré gente espectacular, en especial un compañero de habitación como Capdevila, campeón del mundo y con el que hice una gran amistad, de hecho luego hemos hecho un evento benéfico en León. Disfruté en el poco tiempo que estuve».

Dream Sports en Hong Kong, entrenando sin parar

En 2018 volvió a Asia para probar un nuevo país, Hong Kong, donde fichó por el Dream Sports. «El país me pareció una maravilla, tiene de todo: montaña, playa, rascacielos... Y la liga tenía un nivel futbolístico mayor del que pensaba, éramos cinco españoles y fuimos la revelación, aquí también jugué más de pivote e hice una gran campaña. Eso sí, he entrenado más que en ningún sitio, era otro método y físicamente estábamos muy bien, casi demasiado, reventados: había días de entrenar cinco o seis horas, era una locura».

Al-Shamal en Catar, un lugar ideal para trabajar

El buen año en Hong Kong le sirvió para irse a Catar, que es «donde más a gusto he estado, con una cultura bastante parecida a aquí, con mucho español y jugando en un estadio brutal, en un castillo». Eso sí, además de la liga, lo que le marcó fue «conocer a Xavi, que fue siempre mi ídolo y referente, y poder irme a ver partidos y entrenos con él, charlar... si ya le tenía idealizado por el tema deportivo, después de eso más aún, porque es un tío cercano, humilde y enamorado del fútbol. Nunca he sido del Barça, pero ahora voy un poco con ellos por él».

Al-Jabalain en Arabia Saudí, quitando prejuicios


Tras Catar Galán se fue al Al-Jabalain de un país más cerrado como Arabia Saudí, pero donde «a nivel humano la hospitalidad de la gente fue impresionante, me iba con el coche a ver ruinas o ciudades, y la gente sin conocerme ni hablar mi idioma me abría la puerta de su jaima, me daba dátiles... En lo religioso sí son muy estrictos, pero en las calles nunca tuve miedo, me sirvió para quitar prejuicios. En lo futbolísticoes la liga más fuerte de Oriente Medio, les gusta mucho el fútbol, de España conocen a todos los jugadores, no sólo de Madrid o Barça, también del resto».

Valour en Canadá, mucho frío pero como en casa

En el Valour donde ahora acabó contrato llevaba desde el 2019, siendo uno de los capitanes y votándole la afición como el jugador más querido.«Los inviernos son muy duros, estás entre 30 y 40 grados bajo cero que no voy a volver a decir en León que tengo frío. La liga desgasta porque hay partido cada tres días y los desplazamientos son muy largos, además con el Covid tuvimos que estar en una burbuja sin la familia, pero estuve como en casa en Winnipeg, de hecho si antepuse seguir allí fue porque me sentía en deuda por todo el cariño y el trato recibido».
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