Más de cinco años han pasado ya desde que José Luis Rodríguez Zapatero salió de Moncloa. Más de un lustro que permite analizar ya con cierta perspectiva lo que fue su gestión tanto en lo referido al conjunto del país como en los proyectos que puso en marcha para León, su tierra, de la que sigue enamorado y a la que se escapa cada vez que su todavía apretada agenda se lo permite.
Con motivo de su visita para participar en el homenaje al que fuera su amigo y ministro José Antonio Alonso, el expresidente concede una entrevista a este periódico en la que hace balance de sus dos legislaturas al frente del país y analiza la situación actual y los problemas por los que atraviesa su partido.
En su haber queda el fin de ETA, algo que considera el mayor de sus logros. También pueden sumarse cuestiones de ámbito nacional, como la Ley de Dependencia, y locales, como el impulso del entonces llamado Inteco o de la Ciudad de la Energía (Ciuden). Y haciendo gala del talante y la contención que siempre le han caracterizados, lamenta que actualmente no se apueste por la investigación del carbón limpio pero reconoce al mismo tiempo que se ha seguido impulsando el que ha sido el germen del polo tecnológico leonés o que Castilla y León es una de las mejores comunidades en dependencia.
En el debe, la percepción de que no supo ver la crisis y la impotencia que él mismo admite ante sus efectos.
Zapatero en la distancia
Han pasado ya más de cinco años desde que el expresidente del Gobierno salió de Moncloa, un tiempo que permite hacer un balance de sus logros, como el fin de ETA o la Ley de Dependencia, y sus fracasos, como fue la gestión inicial de la crisis
26/02/2017
Actualizado a
01/09/2019
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