Villa de Aranda 29 - Abanca Ademar 34: 'Récord de Ademar, drama para Aranda'

El insaciable conjunto leonés, sin Vieyra ni Juanjo, logra la temporada con más puntos de su historia en la Asobal y provoca el descenso de los burgaleses tras dominar de principio a fin

Jesús Coca Aguilera
27/05/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Leo Santos lanza pese a la defensa del Aranda. | JAVIER QUINTANA
Leo Santos lanza pese a la defensa del Aranda. | JAVIER QUINTANA
Todos los ingredientes apuntaban a que el pez chico se podía comer al grande. El Abanca Ademar no se jugaba nada, veía en el horizonte una Copa que tiene ya entre ceja y ceja, y además se presentaba con la baja de dos hombres clave: el defensor Juanjo Fernández, al que el hombro ha hecho decir adiós a la temporada, y el lateral Fede Vieyra, baja de última hora tras viajar a Argentina para ver el nacimiento de su hijo. El Villa de Aranda, sin embargo, se jugaba la vida, pues era consciente de que salvo sorpresa la derrota le condenaba a perder la categoría.

Pero este equipo ademarista es insaciable. Podía ser diferente la necesidad de ambos, pero la intensidad fue la misma. Al 100% pero con la carga de nervios que provocaba la situación actuó Aranda; y también Ademar, con la diferencia de que los leoneses jugaban mucho más sueltos.

Ni un ápice levantó el pistón del acelerador la escuadra de Rafa Guijosa, que tras ir todo el partido por delante, con ventajas de hasta seis goles (14-20), vio cómo la escuadra local se le ponía a uno (26-27) a apenas 12 minutos para el final, pero supo sufrir y jugar con mayor templanza la recta final para acabar imponiéndose por 29-34.

El Ademar llegó a ponerse 6 arriba (14-20) en el arranque de la segunda mitad, pero Aranda entró a 1 (26-27) a la recta final Un triunfo de récord para los leoneses, pues les supone acabar la liga con 51 puntos, el mejor registro de toda su historia en la liga Asobal; y de drama para los burgaleses, puesto que  unido al triunfo del Cangas en su feudo ante el Bidasoa, provocaba su descenso de categoría y les condenaba a militar en División de Honor B el año que viene.

Un final de lágrimas en la afición y los jugadores del Aranda, a quienes intentaba consolar sin éxito los integrantes del Abanca Ademar en su única muestra de compasión de toda la tarde.

Porque, en otra lección de profesionalidad como la del sábado pasado ante el Cangas, los de Guijosa salieron muy enchufados al campo, hasta el punto de que en 16 minutos el técnico local, Álvaro Senovilla, ya había gastado dos tiempos muertos porque a base de contraataques con los que castigaban las numerosas pérdidas locales el Ademar ya mandaba 7-10.

Con 28-30 a falta de 5 minutos, Aranda perdió el balón y los goles de un sensacional Mario y de Leo Santos sentenciaron Pero la herida se haría más grande. Si bien en la segunda mitad Guijosa apostó por dejar a la mayoría de piezas claves para asegurar la victoria, en la primera rotaba mucho y jugaban todos, manteniendo estuviera quien estuviera el nivel. Acacio tenía minutos importantes y se marcaba un ‘golazo’, Javi García hacía daño en seis metros, Huerta acertaba la que tenía, David Fernández sacaba un par de ‘latigazos’...

El ataque terminaba en gol prácticamente cada jugada y, aunque atrás la portería no aportaba y la defensa no conseguía frenar a Raúl Nantes (espectacular, acabando con 12 goles pese a molestias físicas y que metía seis de los nueve primeros de su equipo) al descanso la diferencia era contundente (14-19).

A seis llegaron a llevarla los de Guijosa en la primera jugada del segundo acto, pero poco a poco Aranda fue metiéndose en el partido. Así, sin grandes parciales pero con constancia, los locales conseguirían ponerse a uno (24-25) a 17 minutos para el final.

No sería la única vez que redujeron la diferencia a la mínima expresión, pero nunca consiguieron pasar de ahí. Porque, con 25-26, tenían balón para empatar pero cometían una pérdida; y, con 26-27, se encontraban con dos ‘zambombazos’ seguidos de Leo Santos que agrandaban de nuevo la distancia.

Aún así, no se rendían y con el tremendo apoyo de su afición nunca bajaban los brazos. Pero, con 28-30 a falta de cinco minutos, llegó su sentencia de muerte. Fallaban los locales para ponerse a uno, marcaba un extraordinario Mario López un ‘golazo’ para poner su noveno tanto en nueve lanzamientos (8 de 8 hizo un Piñeiro que ha terminado la temporada en un estado de forma sensacional), y hacía Leo Santos el 28-32 que era ya imposible de levantar y ponía el victorioso cierre a una sensacional temporada.
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