Vanesa se derrumba y confiesa la trama de montaje de su secuestro

Prisión sin fianza para la mujer faberense del caso del pegamento / El cómplice que le ayudó, en libertad con calidad de investigado

L.N.C.
27/10/2016
 Actualizado a 19/09/2019
La mujer, ayer durante su traslado desde los juzgados a Fabero. Ahora ya ha entrado en prisión. | C. S. (Ical)
La mujer, ayer durante su traslado desde los juzgados a Fabero. Ahora ya ha entrado en prisión. | C. S. (Ical)
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Ponferrada ha decretado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de Vanesa G. G. como presunta autora de los delitos de denuncia falsa, simulación de delito y abandono de familia. Ésto último por haber dejado a su hijo de doce años sola en casa mientras teatralizaba su secuestro y maltrato en Bembibre.

Vanesa G. G. ha reconocido finalmente en su declaración los hechos que se están investigando de simulación de secuestro y vejaciones.  

Es el último capítulo del  caso de la mujer faberense que simuló haber sido secuestrada y vejada por su expareja, incluso rociándola con pegamento en su zona íntima.

La Guardia Civil procedió a registrar el domicilio de la mujer en Fabero con la intención de localizar pistas sobre el montaje desarrollado por la joven, al lado de un cómplice, un amigo de 26 años, que a primera hora de la tarde era puesto en libertad en calidad de investigado por simulación de delito. Tiene la obligación de presentarse en los juzgados cada primero de mes. También registrarán su vivienda.

El hombre ya había confesado que había procedido a atarle las manos a la supuesta víctima siguiendo sus directrices, con el fin de culpar de la trama a la expareja de ella y conseguir su ingreso en prisión, algo que en un primer momento sucedió, aunque el acusado era puesto en libertad el martes, tras casi una semana de ingreso en Mansilla y la persecución mediática en su contra.

Pese a la contundencia de las pruebas, la mujer mantuvo  vivo hasta última hora su relato inicial y defendía su veracidad. Incluso quiso demostrar que los enseres que compró en un establecimiento chino del municipio en el que vive y que se relacionarían con el secuestro (una media, pegamento, un cuchillo y cinta adhesiva), no habían sido utilizados y permanecían en la bolsa en la que los había metido tras su compra.

La mujer ha estado asistida por una nueva letrada, después de que Emilia Esteban, que había defendido el caso, decidiera renunciar al mismo, aunque aún mantiene su defensa en motivos previos, al considerar que, en esta ocasión, se había atentado contra su confianza como letrada.

Aunque defendía que el acoso de la expareja era verdad, e incluso aseguraba que ella también había recibido amenazas de la expareja de la joven, Esteban decidió dejar que un compañero se encargara, de oficio, de este caso. La nueva abogada de la mujer es ahora Azucena Librán.

Fiscalía fue la primera en solicitar el ingreso en prisión de la detenida, mientras que la defensa se opuso.
La detenida, con gesto tranquilo, entraba en el juzgado defendiendo las acusaciones a su expareja y a dos hombres más que, según narró, la llevaron en un coche con los ojos tapados a Bembibre para vejarla, por lo que ahora se encontraba en una casa de acogida, al temer por su vida. El joven acusado volvía a casa sin querer hablar, por indicaciones de su abogado. Su familia sí lo ha hecho. Según fuentes de ICAL, su hermano, Rafael Rico reconoció sentirse «aliviado» por el giro final de una historia que, desde el principio sabían que no era cierta. «Estaba claro que era inocente, que él no había hecho nada», dijo.

Las cámaras de la residencia de ancianos aledaña a su vivienda, que no registraron movimientos del coche en la noche denunciada por la supuesta víctima y la declaración del compinche fueron determinantes para decidir que ahora sea ella la que ingrese en la cárcel por articular la trama.

El juzgado ha decretado el secreto de las actuaciones a partir del ingreso en prisión de la mujer.
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