Fabio Biondi atendió gentilmente a este periódico horas antes de la actuación que Europa Galante ofreció ayer en el Auditorio Nacional de Madrid con el mismo programa que hoy trae a León y que por suerte no cae en el elitismo de conciertos de pasadas ediciones del ciclo del CNDM, que ha traído consigo una asistencia de público muy por debajo de las expectativas de sus organizadores. Sobre el repertorio que hoy presenta Europa Galante y que incluye una de las composiciones más conocidas del repertorio clásico, como es ‘Las cuatro estaciones’ de Vivaldi, Fabio Biondi asegura que no ha sido pensado como una respuesta a lo sucedido en ediciones pasadas sino que la inclusión de la obra de Vivaldi obedece al hecho de tratarse "de una pieza muy representativa de nuestra orquesta", asegura el director de Europa Galante, que considera que en la actualidad se presta demasiada atención a la idea de llenar una sala. "Es como un negocio que considero va en contra del desarrollo del conocimiento de cierto repertorio", señala un Biondi convencido de que una buena mezcla entre piezas reconocidas y otras que el público tiene que descubrir "es una buena política" porque el público tiene derecho a una explicación un poco más amplia de la historia de la música. "Como intérprete me siento mejor cuando puedo promocionar piezas nuevas que el público no conoce. Considero que es más interesante que un festival desarrolle una programación nueva al hecho de presentar siempre piezas conocidas. El riesgo es no llenar la sala, pero la cultura no es solo un negocio y estoy convencido de que el público se interesa más cuando tiene acceso a un conocimiento más extenso de la cultura musical".
Es una interpretación muy viva, llena de colores y de sorpresas, y que es un poco el espejo de cierta cultura Sin duda el plato fuerte del concierto que su formación ofrece hoy en el Auditorio de León es la interpretación de la mítica adaptación que el propio Biondi realizó de ‘Las cuatro estaciones’ a principios de la década de los noventa. "Hace veinte años de aquella grabación que se produjo en un momento en el que no existían ensambles barrocos con instrumentos de época. Es una interpretación que aparte de la mirada historicista, que evidentemente es consistente porque mira mucho a una idea de reconstrucción del vocabulario de principios del siglo XVIII en Italia que conocemos por documentos y libros, también valoriza cierta latinidad, cierto aspecto mediterráneo, cierto narcisismo que en todo caso es típico de la cultura italiana", señala Biondi, para quien se trata igualmente de una interpretación "extremadamente viva, llena de colores y de sorpresas, que es un poco el espejo de cierta cultura. Siempre he creído que la música tiene una gran relación con la lengua, el idioma y el vocabulario, y en ese sentido ‘Las cuatro estaciones’ es muy italiana, muy latina".
Soluciones diferentes
No obstante, Fabio Biondi considera que han cambiado muchas cosas desde la interpretación que Europa Galante hizo de la obra de Vivaldi en los años noventa. "Además de ser un poco más viejos, lo que resulta excitante de nuestro trabajo es que cada día salen documentos nuevos que hacen posible un mayor conocimiento de este lenguaje y que nos permiten adoptar soluciones diferentes", señala el músico de Palermo, que es consciente de que aquella histórica grabación de ‘Las cuatro estaciones’ abrió el camino a otras agrupaciones que en los años posteriores adoptaron la misma línea. "Pienso que una interpretación que sea sincera, que desarrolle un pensamiento profundo vinculado a la música, es una interpretación que abre un ciclo de cierta lectura y que perdura en el tiempo. Cuando las cosas se copian y se intentan hacer solo de cara al mercado, y la música barroca ha tenido mucho de esto, normalmente tiene poco recorrido y no alcanza demasiada relevancia. Normalmente cada intérprete, cada agrupación, tiene que buscar su propia personalidad y esto no se hace únicamente para coger un emplazamiento en el mercado sino porque es un desarrollo natural. Muchas veces me preguntan si cuando grabé ‘Las cuatro estaciones’ fue por el ánimo de querer hacer las cosas de una forma diferente y la verdad es que lo hice como si hubiera encontrado la partitura por primera vez en una biblioteca. En los últimos diez años me he dado cuenta de que a veces el intérprete utiliza la música para ponerse en valor y no es el valor del intérprete el que se utiliza para poner en valor la música. Hay que tener siempre mucho cuidado y sobre todo ser modestos y pensar que la calidad del intérprete sirve para exaltar la música, porque la música es mucho más grande que nosotros y cuando veo que es manipulada únicamente para demostrar nuestra capacidad creo que se trata de un comportamiento profundamente incorrecto y una absoluta falta de respeto".
De los Concerti Grossi de Corelli esperaba una reacción muy calurosa, pero el disco pasó inadvertido El éxito de crítica y público logrado por la ‘revolucionaria’ versión llevada a cabo por Fabio Biondi y Europa Galante de ‘Las cuatro estaciones’ en los años noventa no tuvo su correspondencia en otra grabación posterior realizada por esta formación, como reconoce el prestigioso músico italiano. "Un disco muy meditado, con mucho trabajo de mi parte y que en aquella época consideraba que tenía una mirada profundamente diferente fue los Concerti Grossi de Corelli. Esperaba una reacción muy calurosa pero pasó totalmente inadvertido".
El concierto 'italiano' de Telemann
Fabio Biondi ha optado para complementar el programa del concierto de hoy en elAuditorio por incluir una pieza de Telemann, compositor que, a su juicio, siempre demuestra un conocimiento del lenguaje altísimo y que resulta muy interesante a veces la comparación con Vivaldi. "Tocaremos un concierto para tres violines que es profundamente italiano y que tiene también la mirada tan rica de la música alemana. También haremos un homenaje a la cultura española a través de un compositor como Martín y Soler que ha tenido una importancia increíble hasta el punto de que en Viena estaba mejor considerado que Mozart. He tenido cierta dificultad de encontrar piezas para cuerda, pero investigando en la música de Martín y Soler he encontrado dos grandes piezas para ballet que compuso en Nápoles en 1780 y 1781, donde hay varios movimientos solo con cuerda. Es una música muy simple en cierta manera pero que tiene su gracia y sobre todo que demuestra la capacidad temática de Martín y Soler, que tenía una gran inspiración en los temas. Es una pieza muy divertida y me parece una buena manera de rendir homenaje a un país que siempre nos ha tratado muy bien en todas las ocasiones en que hemos venido a tocar", concluye Biondi.