arsenio-terronb.jpg

Ut Caesar cum affectio, V

29/01/2015
 Actualizado a 14/09/2019
Guardar
Hablemos hoy de mujeres, oh Caesar. Sé que compartes conmigo la opinión de que el hecho de poner mujeres en una lista de gobierno no garantiza en absoluto su buen funcionamiento y para muestra el que tenemos en estos momentos a nivel nacional donde hay representación femenina con pésimos resultados, aunque lo mismo podemos afirmar de sus compañeros varones. Pero lo que es, o debiera ser, a día de hoy un axioma es que la ausencia de mujeres en esos listados es un verdadero símbolo de que existe un problema importante en esa sociedad. Es imposible que en un país no existan mujeres con capacidad para asumir labores de gestión al más alto nivel y con ello aportar no tanto soluciones diferentes como puntos de vista diferentes y diferenciados. No quisiera que, llegado el caso, en nuestro país, comunidad o municipio pasara algo parecido a lo que acaba de proponer un país hermanado en la penuria de nuestro destino europeo. No PODEMOS permitir que en ningún caso se plantee siquiera un grupo de gobierno en el que más de la mitad de la población se vea excluida y sin representación No considero que ninguna mujer deba tener mando en plaza por el hecho de serlo, pero si analizamos sin apriorismos absurdos y trasnochados la posibilidad de que el colectivo femenino intervenga en todas y cada una de las estructuras de gobierno, tanto públicas como privadas, comprobaríamos que ellas deben formar parte en igualdad de esos equipos. Bástenos con comprobar lo que sucede, a modo de ejemplo, en el IBEX 35 en el que hasta hace tan sólo unos pocos meses no había representación femenina, y que ahora sólo hay una. Algo sigue funcionando muy mal en un país que se permite el lujo de prescindir de las mujeres en sus cuadros directivos. Ellas son mayoría en dos sectores estratégicos de nuestra sociedad actual, en el mundo de la educación y de la sanidad, pero ni en un campo ni en el otro ocupan los más altos niveles de dirección, salvo contadísimas excepciones. ¿O no piensas tú lo mismo, oh Caesar?
Lo más leído