Una vida sin filtros

Sandra Borges es una leonesa que cuenta con miles de seguidores (más de 20.000) en su cuenta de Instagram. Se mueve como pez en el agua delante de la cámara, con la que muestra su día a día

T.G.
29/07/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Sandra Borges tiene 28 años y lleva cinco enseñando su día a día a través de su blog y las redes sociales. | S. BORGES
Sandra Borges tiene 28 años y lleva cinco enseñando su día a día a través de su blog y las redes sociales. | S. BORGES
Sandra Borges es una chica más de León. Con su trabajo, con su pareja, sus aficiones, su hermano pequeño, sus amigos… Hasta aquí todo normal. Lo excepcional en su vida es que en ella tiene una ventana donde podemos colarnos para conocer sus trucos de belleza, sus últimas compras, lo que ha comido o el último viaje que ha hecho. Sandra Borges es quien está detrás del blog de elarmariodemimejoramiga.blogspot.es, una bitácora donde comparte su día a día «sin filtros».

Sandra Borges cuenta ya con más de 20.000 seguidores en Instagram y los vídeos que cuelga en Youtube siempre superan las 1.000 visualizaciones. Para ella la moda «es una afición más» de las muchas que tiene y también la principal que le llevó a lanzarse de lleno al mundo virtual a través de su blog, que nutre con sus historias cotidianas y con el que triunfa de la mano de vídeos que ella misma graba y edita y en los que cuenta sus últimas adquisiciones.  

Todo empezó en 2012, cuando ella era una seguidora de influencers de moda en las redes. Entonces surgió aquello de: «Yo también quiero». Lo primero fue buscar un nombre y surgió ‘El armario de mi mejor amiga’ que era algo así como su aspiración: «Quería ser esa amiga a la que siempre miramos el armario para que nos preste algo o para que nos enseñe sus últimas compras». «La constancia y el trabajo duro» han hecho que cinco años después los eventos que realiza para conocer vis a vis a sus seguidoras de León queden pequeños de aforo. Tiene don de gentes y es «una parlanchina», como ella misma se define, lo cual se nota en sus vídeos. En ellos desprende frescura y cuenta las cosas tal y como son para ella por eso dice que eso del ‘postureo’ no va del todo con su estilo. «He aprendido a quererme como soy y a disfrutar con o sin postureo. En mi canal de Youtube me muestro tal y como soy, despeinada, peinada, maquillada, sin maquillar… vamos lo que es la vida», reconoce. Y así es. Lo mismo puedes verla en un vídeo hecha un pincel que recién levantada preparando un desayuno. Por eso su blog y sus vídeos son ‘El diario de su vida’.

Las redes han traído muchas cosas buenas a Sandra, que tiene 28 años y es licenciada en Derecho. «Diría que todo lo que me han dado es bueno, positivo y enriquecedor. Hacen que no deje de ser creativa, me mantienen en contacto con mucha gente, cosa que adoro, y además se aprenden siempre cosas nueva. ¡El mundo virtual me parece fascinante!», explica esta leonesa. Aunque también asume que tienen algo de negativo: «Los haters». «Es verdad que no he sufrido ningún episodio violento, pero sí he visto a chicas sufrir verdaderos acosos a través de internet y me parece indignante, todos tenemos nuestros defectos y problemas pero considero que la vida sería mejor hablando solo cuando nuestras palabras sean más bonitas que el silencio, tal y como me ha enseñado mi madre», cuenta.

Pero eso es lo de menos para Sandra, porque lo negativo apenas tiene espacio en los muros de sus redes sociales en los que siempre aparece esbozando una gran sonrisa. Mantener actualizado su blog y su canal de Youtube no es tarea fácil para ella: «Antes cuando estudiaba me era muchísimo más sencillo, sacaba más tiempo, pero ahora trabajando es más complicado. Eso sí, sarna con gusto...». «Lo que hago es invertir muy bien mi tiempo a lo largo del día, lo cual además me hace sentirme muy productiva y bien conmigo misma ya que es algo que siempre recomiendo a mis amigas, el mantenerse ocupada impide desperdiciar el tiempo en cosas que no lo merecen», sentencia.

"Soy igual que antes"

Son ya muchas las seguidoras que reconocen a Sandra cuando se la encuentran en la calle, pero el éxito no la abruma y se lo toma como una manera de haber obtenido «oportunidades que nunca imaginé y de las cuales estoy muy orgullosa». «A nivel personal, nada. Soy exactamente igual que antes, creo que es mi secreto», dice. Ese y «la constancia, la calidad de contenidos, las imágenes... Hay que ir poco a poco progresando e innovando», cuenta. Su secreto es que ni en su vida hay filtros, ni tampoco en sus cuentas donde ni el maquillaje ni el último modelo son la obligación de una bitácora que se mueve al ritmo de la vida de Sandra, una vida normal, de una chica normal. Quizá sea ese el auténtico secreto.
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