Una obra medieval para cruzar el Cea en Puente Almuhey

Luis Solera Selvi comienza este sábado en La Nueva Crónica una serie en la que descubrirá a los lectores los puentes desconocidos pero históricos que se reparten por la provincia

Luis Solera Selvi
08/07/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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Para acceder a una buena parte del patrimonio pontonero leonés, deberemos seguir las míticas rutas carreteriles de este territorio. Entiendo que buena parte de la colección se encuentra en el Camino de Santiago al que podemos acceder por medio de la carretera nacional N-120 que desde su límite oriental con Palencia, mantiene un trayecto hacia occidente buscando Galicia. Otro periplo interesante es el de la Vía de la Plata, que actualmente se circunscribe a la nacional N-630 y que sigue un itinerario desde el sur hacia Asturias y el Mar Cantábrico, cortando el amplio territorio leones en su zona occidental.

Se inicia esta exposición de puentes siguiendo otra ruta muy interesante que es conocida como Eje Subcántabrico y que discurre por el piedemonte del Sistema Cantábrico en las provincias de Palencia y León. Esta bellísima ruta por la carretera autonómica CL-626 nos muestra los encantos de las comarcas leonesas de la Montaña Oriental con los Picos de Europa presentes en un horizonte quebrado que hipnotiza al curioso viajero que pretende conocer estas tierras y continúa su éxtasis visual por Luna, Babia y Laciana en busca de las míticas fuentes del río Narcea o los silenciosos valles de Os Ancares.

Los viejos caminos carreteros y calzadas de tercer orden, cobran importancia con el auge de estos pueblos y villas al rebufo de la incipiente revolución industrial y sus necesidades de consumo energético. Prácticamente, en todo su itinerario, nuestra calzada discurre por lo más granado de las explotaciones hulleras leonesas.Pese a sus modificaciones, desvíos y variantes, todavía podemos cazar algún monumento en forma de puente con siglos de historia.

Puente Almuhey

El puente es parte intrínseca del propio camino y aunque pasan desapercibidos pues nos movemos por la superficie o firme de la obra, conviene fijarnos en ellos ya que entran en el acervo cultural, artístico o técnico de cualquier sociedad o civilización y es el caso de este discreto puente sobre elrío Cea.

Por simple tradición, era muy común que un núcleo poblacional naciera a la vera de un puente concreto, donde se erigía un humilladero o ermita para que el viajero agradeciera la bonanza de su periplo. Al mismo tiempo, servía de refugio bajo alguno de sus arcos para el resguardo del caminante y de las caballerías. Con el tiempo, se construyen ventas o posadas, casas o talleres de artesanos como herreros o carpinteros, necesarios para el arreglo de carros y carretas; cirujanos que atienden los males de cualquier viajero, personal que cuida al ganado en apriscos o cuadras y una diversidad de servicios que, en conjunto, forman un lugar, aldea o pueblo. Muchos de ellos han perdido parte de su topónimo de su origen pontonero, otros como Puente Almuhey lo mantienen. En ocasiones, se fusiona con otra palabra que puede aludir a su estructura, como Ponferrada (Puente de hierro), o bien, se asocia al río que salva, como Pontedeume (Puente del Eume).

Puente Almuhey es un pueblecito que administrativamente pertenece al municipio de Valderrueda, en la comarca de la Montaña Oriental. Ubicado al noreste de la provincia de Leónse encuentra aproximadamente a 70 kilómetros de la capital. A juzgar por su nombre parece que su incierto origen es árabe aunque no hay referencias concretas del pueblo hasta que la Orden de Malta erige y administraba allí un hospital para enfermos y auxilio de pobres. En el Catastro del Marqués de la Ensenada, hacia el año 1.752, se le cita como Puente Muhey. Cobra cierta importancia y auge con la llegada de la línea férrea hullera a finales del siglo XIX.

Las envestidas de multitud de crecidas violentas a lo largo de siglos, han ocasionado cierta ruina en la obra original medieval que ha sido rehabilitada con cuidado en el detalle, especialmente a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Dispone de 3 vanos, el central es el más grande y tiene forma de arco de medio punto. La fábrica es de piedra caliza y el trabajo de cantería es profesional, con piezas o sillares de buena labra, homogéneos y que guardan cierta horizontalidad en sus hiladas. Se refuerza la estructura con dos tajamares en cuña aguas arriba y sus correspondiente espolones cuadrangulares aguas abajo, de buena factura. Originariamente disponía de un tablero a dos aguas, del tipo «lomo de asno» propio del Medievo aunque se ha modificado adaptándose a una rasante de calzada horizontal para el mejor tránsito de carruajes. Actualmente es un puente peatonal ya que muy cerca se ha construido recientemente otro puente más ancho y funcional que da servicio a la nueva variante. Se encuentra situado en el cruce de la CL-626 PK 161 y la provincial LE-232 en su PK 48,600 junto a la ermita románica de Nuestra Señora de las Angustias.
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