Una línea pendiente del soterramiento y del sistema que aligere aún más los viajes

Silván asegura que Adif ha garantizado los plazos de la integración pese a que la empresa ve dudas en el proyecto

Alfonso Martínez
27/09/2016
 Actualizado a 14/09/2019
El nuevo andén soterrado respetará la antigua marquesina. | MAURICIO PEÑA
El nuevo andén soterrado respetará la antigua marquesina. | MAURICIO PEÑA
La llegada del AVE puede calificarse sin duda alguna como un acontecimiento histórico, pero ello no puede ocultar que la línea presenta aún algunas carencias. Dos, para ser más exactos. La primera se centra en el proyecto de soterramiento de las vías a su paso por la capital, un proyecto que ya está adjudicado pero cuya ejecución no se ha iniciado por problemas técnicos en la reposición de servicios (tuberías de luz y de agua, fundamentalmente).

El alcalde de León, Antonio Silván, que ha tildado el primer aniversario de la llegada del AVE como "altamente satisfactorio", se ha referido a este asunto y ha asegurado que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) le ha reiterado que se respetarán los plazos de la obra (dos años desde la firma de replanteo). "Van a ser rigurosos en exigir el cumplimiento del contrato y han trasladado tranquilidad en relación con el cumplimiento de los plazos", ha señalado señaló en relación a la postura de la empresa adjudicataria, que considera necesaria una revisión del proyecto.

Mientras, desde Adif consideran que se trata de una modificación puntual del proyecto, lo que no evitaría que las obras pudieran iniciarse de inmediato en zonas no afectadas por la misma.

El proyecto afecta a un total de 1.640 metros de línea. Está prevista la construcción de una doble vía que arranca detrás del Palacio de los Deportes y finaliza en el límite entre los municipios de León y San Andrés del Rabanedo.

Sin embargo, el soterramiento total de la misma se ceñirá exclusivamente a 585 metros (la cobertura mediante losa arranca unos metros antes de la estación provisional, que pasa a ser definitiva y se ampliará en 810 metros cuadrados para dar servicio a esta nueva zona de embarque, y finaliza una vez superado el antiguo paso a nivel del Crucero). De esos 1.640 metros de nueva línea, 1.200 se configurarán en lo que el proyecto denomina "cajón ferroviario", es decir, que a los 585 metros soterrados se suman 615 de las rampas que servirán para deprimir el trazado hasta alcanzar el nuevo andén (el trazado comienza a bajar su cota a la altura de la estación de autobuses) y para elevarlo una vez que se haya superado la avenida Doctor Fleming. En estas dos zonas de rampa, la línea queda al descubierto.

Esto se traduce en que la vía soterrada irá por la zona del antiguo corredor ferroviario, es decir, entre la estación y el Palacio de Congresos (las vías actuales lindan con la calle Sancho el Gordo). El nuevo andén central tendrá nueve metros de ancho y 410 metros de largo con el objetivo de poder albergar trenes en doble composición. Esto hace que la nueva zona de embarque llegue hasta la antigua estación, ahora en desuso, aunque lo hará bajo tierra.

Aunque se quiere poner en valor este emblemático inmueble, no está previsto que haya un acceso desde el mismo al andén (sólo se podrá entrar por la estación actual ampliada), aunque el proyecto sí contempla la restauración e integración de la marquesina dentro de un paseo peatonal que llegará desde la prolongación de Ordoño hasta Doctor Fleming sobre la zona de vías soterradas. Será justo en este punto donde se construya un mirador que permitirá contemplar la salida del tren a la zona de rampa, algo que el proyecto considera importante teniendo en cuenta la importante tradición ferroviaria del barrio del Crucero.


Madrid, en menos de dos horas

La otra gran cuenta pendiente que tiene la línea del AVE a León es la instalación del nuevo sistema de mando y control de trenes, el ERTMS-2, lo que permitirá que se alcancen velocidades punta de hasta 350 kilómetros por hora. Se había anunciado para seis meses después de la inauguración de la línea, pero lo cierto es que va a cumplir ya un año y Adif no da fecha definitiva para su puesta en funcionamiento (la última prevista era este mes después de que durante todo el verano se hayan llevado a cabo diferentes pruebas).

La inversión para este sistema ha sido de 15,2 millones de euros (IVA incluido) para el tramo del AVE entre Valladolid, Palencia y León, en el que por el momento funciona el conocido como sistema Asfa, lo que evita que los convoyes puedan superar los 200 kilómetros por hora.

El principal efecto de pasar del sistema de control Asfa al ERTMS-2 es que la mayor velocidad de los trenes permite que la duración del viaje entre León y Madrid pase de los 126 minutos actuales a sólo 105. Esta agilización se suma a la ya experimentada con la llegada del AVE el pasado mes de septiembre. Hasta ese momento el viaje duraba 170 minutos aproximadamente.

En el caso del viaje a Valladolid, el trayecto dura actualmente 69 minutos, un tiempo que quedará reducido a 50 minutos con la puesta en marcha del nuevo sistema de control.
Lo más leído